Es viernes por la tarde, último
periodo. El paseo que planeaste para el fin de semana empieza exactamente en cuatro
horas. Te has estado poniendo al día en los estudios y has hecho los quehaceres
en casa toda la semana para poder disfrutar un tiempo libre. Y ahora el maestro anuncia
que hará un examen el lunes.
Probablemente te sientas molesto, o quizás francamente
enojado. Quizás te sientes desilusionado. Tal vez sientas presión o
estrés por todo lo que tendrás que estudiar.
Pero, ¿cómo reaccionas? ¿Qué haces
y qué dices?
A lo mejor quisieras saltar y gritarle al maestro, "Eso no es ¡justo! Algunos
de nosotros tenemos planes para el fin de semana". Pero sabes que debes permanecer
tranquilo hasta que acabe la clase, entonces compartir tus sentimientos con tu amigo.
¿Pero qué sucede si no eres el tipo de persona calma y tranquila?
No te preocupes. Todo el mundo puede desarrollar la habilidad de responder bien cuando
las emociones se exaltan. Sólo requiere un poco de más práctica
para alguna gente.
La intensidad emocional varía de persona a persona. Las personas con intensidad
emocional alta sienten y expresan sus emociones más intensamente que otras.
Esto puede convertir en un desafío mayor el poder manejar sus reacciones cuando
se sienten frustradas, furiosas o molestas. Pero con esfuerzo, práctica y voluntad
de triunfar, ellas pueden desarrollar esta destreza.
Aprendiendo a reaccionar bien
Manejar las reacciones emocionales significa escoger cómo y cuándo
expresar las emociones que sentimos.
Las personas que hacen un buen trabajo en el manejo de sus emociones saben que
es saludable expresar sus sentimientos, pero importa saber cómo y cuándo
expresarlos. Por esta razón esas personas son capaces de reaccionar a las situaciones
de una manera productiva:
- Ellas saben que pueden escoger la forma de reaccionar en vez de dejar que las
emociones los influencien a hacer o decir cosas de las que luego se arrepienten.
- Ellas tienen el sentido de saber cuándo es mejor expresar lo que sienten
y cuándo es mejor esperar antes de actuar o de reaccionar.
- Ellas saben que sus reacciones influyen en lo que sucede después, incluyendo
cómo otras personas les responden y la forma en que se sienten respecto a sí
mismas.
Quizás tú has estado en una situación en la que alguien reaccionó
de una manera demasiado emocional, haciéndote sentir mal y con vergüenza
ajena. También puedes haber estado en una situación en la que tus propias
emociones eran tan fuertes que necesitaste de todo tu autocontrol para no caer en
lo mismo.
Quizás puedas pensar en un momento en el que no manejaste tus reacciones.
Tal vez la ansiedad, la ira o la frustración tomaron lo mejor de ti, eso sucede.
Cuando sucede, perdónate a ti mismo y enfócate en lo que podrías
haber hecho mejor. Piensa en lo que harás la próxima vez.