¿Qué son las infecciones por neumococo?
La vacuna antineumocócica conjugada (conocida como PCV13) y la vacuna antineumocócica
polisacárida (conocida como PPSV23) protegen contra las infecciones por neumococo,
un tipo de bacteria.
Estas bacterias se contagian a través del contacto entre personas y pueden
causar infecciones graves, como la neumonía,
las infecciones de la sangre y la meningitis.
La PCV13 protege contra 13 tipos de bacterias neumocócicas (que causan las
infecciones por neumococo más frecuentes en los niños). La PPSV23 protege
contra 23 tipos de bacterias. Estas vacunas no solo previenen las infecciones en los
niños que las reciben sino que también contribuyen a detener su propagación
en la comunidad.
Calendario de las vacunas antineumocócicas
La vacuna antineumocócica conjugada (PCV13) se administra a todos los lactantes
en una serie de cuatro dosis inyectables:
- la primera a los dos meses de edad
- y luego a los cuatro, seis y 12-15 meses de edad.
Algunos niños mayores de dos años es posible que necesiten recibir
una inyección de PCV13 si se han saltado una o más dosis previas, especialmente
si padecen una afección crónica (como una enfermedad de corazón
o de pulmón) o una enfermedad que debilita el sistema inmunitario (como la
asplenia, una infección por el VIH, etc.). El médico debe decidir cuándo
y con qué frecuencia un niño necesita recibir la PCV13.
La vacuna antineumocócica polisacárida (PPSV23) es recomendable como
protección añadida para niños de edades comprendidas entre los
dos y los 18 años que padezcan afecciones crónicas, como las enfermedades
cardíacas, pulmonares o hepáticas, la diabetes; la insuficiencia renal;
que tengan el sistema inmunitario debilitado (debido al cáncer o a una infección
por el VIH) o lleven implantes cocleares.
¿Por qué son recomendables las vacunas antineumocócicas?
Los niños que todavía no han cumplido los dos años, los adultos
que superan los 65 años y las personas afectadas por ciertas afecciones médicas
corren un mayor riesgo de desarrollar infecciones neumocócicas graves. Estas
vacunas son muy eficaces para prevenir enfermedades graves, la hospitalización
e, incluso, la muerte.
Posibles riesgos asociados a las vacunas antineumocócicas
Los niños que reciben una vacuna antineumocócica pueden presentar
sensibilidad, enrojecimiento o inflamación del área del pinchazo. También
pueden tener fiebre tras la vacunación. Existe un riesgo muy reducido de desarrollar
reacciones alérgicas tras la recepción de cualquier vacuna.
Cuándo posponer o evitar las vacunas antineumocócicas
Las vacunas antineumocócicas no son recomendables si su hijo:
- está enfermo en el momento de la vacunación, aunque un simple resfriado
u otras enfermedades de poca importancia no deben impedir la vacunación
- ha presentado una reacción alérgica a una dosis previa de la misma
vacuna o de la vacuna DTaP
Cuide de su hijo después de darle las vacunas antineumocócicas
Estas vacunas pueden provocar febrícula y molestias musculares o enrojecimiento
en el área del pinchazo. Consulte al médico de su hijo para saber si
le puede administrar paracetamol
o ibuprofeno a fin
de tratarle el dolor y la fiebre, y para conocer la dosis apropiada.
¿Cuándo debería llamar al médico?
- Llame al médico si su hijo se salta alguna dosis de la serie.
- Llámelo también si su hijo presenta una reacción alérgica
grave o fiebre alta tras la vacunación.
Fecha de revisión: marzo de 2019