¿Qué
puede esperar durante esta visita?
Lo más probable es que el pediatra y/o el personal de enfermería
que atiendan a su hijo hagan lo siguiente:
1. Midan el peso y la estatura de su hijo, calculen su índice
de masa corporal (IMC) y representen estas medidas en las curvas
de crecimiento.
2. Tomen la tensión arterial de su hijo y posiblemente
controlen la audición.
3. Le hagan una evaluación para determinar si su hijo tiene depresión.
4. Le hagan preguntas, le resuelvan inquietudes y le den consejos
sobre los siguientes aspectos relacionados con su hijo:
Comida. A esta edad, los adolescentes deberían empezar
a hacer elecciones acertadas de alimentos saludables por sí mismos. Explique
a su hijo que ingerir un total de cinco raciones de frutas y verduras al día
y evitar los alimentos dulces, salados y grasos no solo es mejor desde el punto de
vista nutricional sino que además contribuye a tener un peso saludable. El
calcio y el hierro
son dos nutrientes importantes para el estirón de la adolescencia. Márquese
como objetivo que su hijo ingiera un total de tres raciones de productos lácteos
semidescremados al día que le aporten 1.300 miligramos de calcio. Incluya en
la dieta de su hijo una cantidad suficiente de carne magra, aves, pescado y marisco
para que ingiera un total de ocho miligramos de hierro al día.
Sueño. Por lo general, los adolescentes necesitan aproximadamente
9 horas de sueño
nocturno cada día. Dormir
de una forma inadecuada es habitual durante la adolescencia y puede tener efectos
negativos sobre el rendimiento académico y deportivo. Los cambios que tienen
lugar en el reloj circadiano hacen que los adolescentes se quieran quedar despiertos
hasta más tarde, lo que, al combinarse con el inicio temprano de las clases,
dificulta que duerman lo suficiente. Aliente a su hijo a seguir una rutina relajante
a la hora de acostarse. No coloque un televisor ni dispositivos electrónicos
o digitales en su habitación.
Actividad física. Márquese como objetivo que su
hijo dedique 60 minutos al día a la actividad
física. Los expertos recomiendan limitar el tiempo que pasan los adolescentes
delante de cualquier tipo de pantalla,
incluyendo la televisión, el vídeo, la computadora, los videojuegos,
los teléfonos inteligentes y las tabletas, a no más de dos horas al
día.
Crecimiento y desarrollo. Alrededor de los 14 años, es
habitual que los adolescentes:
- presenten signos propios de la pubertad:
- En los chicos, el agrandamiento de los testículos va seguido del alargamiento
del pene y del crecimiento de vello púbico.
- A las chicas, se les siguen desarrollando los senos, les sigue creciendo el vello
púbico y es posible que empiecen a menstruar.
- tengan la piel
grasa y/o tengan acné
- no siempre conecten sus acciones con consecuencias futuras
- ansíen la aceptación de sus pares y la independencia
- focalicen la atención en su aspecto personal y en su comportamiento
- deseen involucrarse en comportamientos riesgosos
5. Hagan una exploración física a su hijo.
Ésta incluirá evaluar la piel, auscultarle el corazón y los pulmones,
explorarle la espalda para detectar posibles curvaturas
en la columna vertebral y evaluar los signos propios de la pubertad. Uno de los
padres del niño, su tutor o un cuidador debería estar presente durante
esta parte de la exploración, pero sus hermanos deberían quedarse en
la sala de espera para respetar la intimidad del niño.
6. Actualicen sus vacunas. Las vacunas protegen
a los niños de importantes enfermedades propias de la infancia, de modo que
es fundamental que su hijo las reciba a tiempo. Los programas
de vacunación pueden variar entre distintos consultorios médicos;
por lo tanto, pregunte al pediatra al respecto
7. Soliciten pruebas. Es posible que el pediatra evalúe
el riesgo de su hijo a la anemia, el colesterol
elevado, la tuberculosis,
las enfermedades
de transmisión sexual y que, en caso de ser necesario, solicite las pruebas
pertinentes.