Preparación
A su hijo le pedirán que se quite la ropa, junto con cualquier accesorio que lleve
encima, y que se ponga una bata de hospital, debido a que los botones, las cremalleras,
los broches o cualquier tipo de joya o bisutería pueden crear interferencias en las
imágenes.
Es posible que a su hijo se le pida no comer ni beber durante unas pocas horas
antes de la tomografía para asegurarse de que su estómago esté vacío. El ayuno es
obligatorio si van a sedar a su hijo o si va a recibir una solución de contraste,
que permite resaltar algunas partes del cuerpo para que los médicos puedan ver en
mayor detalle áreas específicas de la tomografía.
Si su hija estuviera embarazada, sería importante que se lo hiciera saber al técnico
o a su pediatra, ya que existe una reducida probabilidad de que la radiación que emite
la máquina dañe al bebé en proceso de desarrollo. De todos modos, si la tomografía
fuera necesaria, sería posible adoptar precauciones para proteger al bebé.
Procedimiento
La duración de la prueba es variable, pudiendo durar solo varios minutos o hasta
45. La duración dependerá de la edad del niño y de si es necesario administrarle una
solución de contraste y/o sedarlo. El tiempo de exposición real a la radiación es
mucho menor.
Su hijo entrará en una sala especial y se acostará sobre una mesa estrecha. Las
tomografías abdominales se realizan con el paciente acostado sobre la espalda, el
costado o el estómago.
Si es necesario utilizar una solución de contraste, se puede administrar a través
de una vía intravenosa (IV), que se practica en el brazo o en la mano del paciente.
Cuando le coloquen la vía intravenosa, el paciente notará un breve pinchazo, pero
la solución no le provocará ningún dolor mientras le vaya entrando por la vena. También
es posible que a su hijo le administren el contraste por vía oral; en tal caso, deberá
beber un líquido especial antes del procedimiento. A algunos niños no les gusta el
sabor del líquido, pero es posible añadirle aromatizantes que hacen que tenga un sabor
más agradable.
El técnico colocará a su hijo en la posición adecuada, después se desplazará detrás
de una pared o bien a una sala contigua para hacer funcionar la máquina mientras observa
a su hijo a través de una ventana. El técnico hablará con su hijo a través de un intercomunicador.
Usted podrá permanecer en la sala de la tomografía hasta que empiece la prueba, momento
en que se deberá retirar a la sala externa, junto al técnico, o bien a la sala de
espera. Si permanece con el técnico, tendrá que usar un delantal de plomo para protegerse
algunas partes del cuerpo.
Si su hijo no es capaz de estarse quieto para que le puedan hacer una tomografía,
algo muy común en los bebés y los niños pequeños, será necesario sedarlo. Los sedantes
se administran por vía intravenosa y ayudan a que los niños estén quietos y cómodos
durante el procedimiento.
En cuanto empieza la prueba, la mesa se mueve a través del orificio central de
la máquina. A los niños mayores se les pide que aguanten la respiración y que se queden
bien quietos durante unos segundos para evitar que las imágenes salgan borrosas.