Durante el embarazo, tomará muchas decisiones y una de las decisiones importantes
es si dar a luz en un hospital o en un centro de maternidad.
Dar a luz en un hospital
Los partos hospitalarios continúan siendo la opción más común.
Esto significa que la futura madre pasa de una sala de trabajo de parto a una sala
de parto y, después del parto, a una habitación semiprivada.
Cuando el nacimiento es en un hospital:
- Si la madre lo desea, podrá recibir analgésicos
durante el trabajo de parto y el parto.
- Si es necesario, se puede inducir el trabajo
de parto.
- Se suele monitorear al bebé electrónicamente
a lo largo del trabajo de parto.
Los médicos “dirigen” el parto
junto con los pacientes. El hecho de disponer de un plan
para el nacimiento ayuda a la mujer a comunicar sus preferencias y los médicos
las respetarán en la mayor medida posible.
Muchos hospitales ahora ofrecen más opciones
para los partos de bajo riesgo, que reciben el nombre de atención centrada
en la familia. Los servicios que se ofrecen pueden incluir habitaciones individuales
provistas de bañera (denominadas suites de maternidad o suites de parto). Allí,
la mujer puede hacer el trabajo de parto, dar a luz y recuperarse después del
parto en el mismo lugar sin que la tengan que trasladar.
La madre continuará teniendo un médico
y personal médico a su disposición. Pero las habitaciones generan un
ambiente acogedor, con colores cálidos y tranquilizadores, además de
características que intentarán estimular un ambiente similar al del
hogar y pueden ser sumamente reconfortantes para las madres. La permanencia del bebé
en la habitación después del parto (en vez de su traslado a la sala
de recién nacidos) también es más frecuente.
Muchos hospitales ofrecen clases de preparación
para el parto y de educación prenatal a fin de preparar a los padres para el
parto, además de clases de crianza
y educación después del nacimiento del bebé.
La cantidad de personas que pueden asistir al parto
depende del hospital. En los ambientes más tradicionales, se permite un máximo
de tres personas durante un parto vaginal. En el enfoque centrado en la familia, se
admiten más familiares, amigos y, a veces, hasta niños. En los partos
por cesárea
rutinarios o no asociados a una urgencia médica, la cantidad de acompañantes
se suele limitar a uno.
Los partos hospitalarios suelen ser supervisados
por una variedad de profesionales de la salud:
Los obstetras/ginecólogos son
médicos que, tras completar sus estudios de medicina, se especializan (durante
un mínimo de 4 años) en la salud de la mujer y la reproducción,
lo cual incluye tanto los cuidados médicos como quirúrgicos. Pueden
atender embarazos con complicaciones y también practicar cesáreas.
Busque un obstetra que haya pasado el examen de la
American Board of Obstetrics and Gynecology (ACOG, Colegio Estadounidense de Obstetras
y Ginecólogos). Los obstetras titulados que se siguen formando para poder atender
embarazos de alto riesgo se denominan especialistas en medicina materno-fetal
o perinatólogos.
Si da a luz en un hospital, también puede
utilizar los servicios de una enfermera comadrona titulada,
conocida en EE.UU. por las siglas CNM (certified nurse-midwife). Las enfermeras comadronas
son enfermeras diplomadas en obstetricia, lo que significa que están preparadas
para atender embarazos y partos de bajo riesgo. La mayoría de estas enfermeras
asisten partos en hospitales o clínicas de maternidad, aunque algunas asisten
partos a domicilio.
Las enfermeras graduadas atienden
embarazos para cuidar de la madre y del bebé. Si da a luz en un hospital universitario,
es posible que también haya estudiantes de medicina o médicos residentes
durante el parto. Algunos médicos de familia también
ofrecen cuidados prenatales y asisten partos.
Si necesita anestesia, esta le será administrada
por un anestesista. En el ámbito hospitalario, se pueden utilizar distintas
medidas para controlar el dolor, lo cual incluye los analgésicos y las anestesias
local, epidural y
general.
Dar a luz en un centro de maternidad
Las mujeres que dan a luz en un centro de maternidad
ya han dado a luz sin ningún problema o tienen un embarazo de bajo riesgo (es
decir que se encuentran en buen
estado de salud y no es probable que tengan complicaciones).
En los centros de maternidad, las mujeres son revisadas
cuidadosamente durante la primera etapa del embarazo y reciben atención
prenatal para controlar su salud durante todo el embarazo.
En general, en los centros de maternidad no se ofrece
la anestesia epidural. Por eso, las mujeres pueden moverse libremente durante el trabajo
de parto, adoptar las posturas en que se encuentren más cómodas, relajarse
en el jacuzzi, etc. A menudo se utilizan medidas para aliviar a la mujer (como hidroterapia,
masajes, compresas tibias y frías, y técnicas de visualización
y de relajación).
En los centros de maternidad trabajan una variedad
de profesionales del cuidado de la salud, como enfermeros graduados,
enfermeras comadronas tituladas y doulas (profesionales
especialmente capacitadas para asistir al parto y ofrecer cuidados postparto). En
estos centros, no suele haber médicos y es inusual que intervenga un médico.
Pero la mayoría de los centros de maternidad trabajan en equipo con consultores
de obstetricia y pediatría. Las enfermeras comadronas ofrecen cuidados durante
el embarazo, el trabajo de parto y el parto de una mujer. Los consultores de obstetricia
y ginecología están a disposición si aparecen complicaciones
que colocan a la mujer en un nivel de mayor riesgo.
La frecuencia cardíaca del bebé se
suele monitorizar durante el parto; lo más habitual es hacerlo mediante un
ecógrafo portátil Doppler. Los centros de maternidad disponen de equipo
médico, como vías y líquidos intravenosos (IV), oxígeno
para la madre y el bebé, y otros equipos necesarios para tratar a madres y
bebés enfermos.
Un centro de maternidad puede ofrecer controlar el
dolor de manera natural o con medicamentos narcóticos suaves. Pero si una mujer
decide recibir anestesia epidural o tiene complicaciones, es necesario trasladarla
a un hospital.
Los centros de maternidad ofrecen una experiencia
de alumbramiento íntima y acogedora para la madre, el bebé y la familia
entera. En la mayoría de los casos, se trata de edificios independientes, aunque
algunos están conectados a un hospital. Con frecuencia, incluyen servicios
como habitaciones individuales con luz tenue, duchas, bañeras con hidromasaje
y una cocina para uso de la familia.
Busque un centro de maternidad que disponga de un
certificado emitido por la Commission for the Accreditation of Birth Centers (CABC).
Algunos estados regulan legalmente los centros de maternidad; por lo tanto, asegúrese
de que el centro que usted ha elegido tenga todos los permisos en regla.