Los medicamentos para el asma ayudan a los niños a respirar con más facilidad. Previenen la inflamación, la irritación y el estrechamiento de las vías respiratorias. 

Cuando los niños toman sus medicamentos siguiendo las indicaciones de sus médicos y evitan los desencadenantes del asma, significa que su asma está bajo control y que ellos pueden hacer lo que deseen. 

¿Cómo funcionan los medicamentos para el asma?

Generalmente, los medicamentos para el asma actúan de dos maneras diferentes: 

• Algunos medicamentos actúan de inmediato, relajando los músculos que rodean las vías respiratorias y abriéndolas, proporcionando, así, un alivio rápido de los síntomas. Por eso se llaman medicamentos de alivio rápido, "de rescate" o "de efecto inmediato". Estos medicamentos se suelen administrar en forma de inhaladores o nebulizadores. Los medicamentos más recetados para aliviar rápidamente los síntomas asmáticos son los broncodilatadores (como el albuterol). 
• Hay otros medicamentos que actúan a lo largo del tiempo para reducir la inflamación y la hinchazón de las vías respiratorias y limitar la fabricación de mucosidades. Estos medicamentos ayudan a prevenir los síntomas asmáticos. Se suelen llamar medicamentos de control a largo plazo "preventivos" o "de mantenimiento". Se suelen tener que tomar cada día, incluso cuando una persona se encuentra bien y no presenta ningún síntoma.
  
  Algunos niños con asma leve pueden usar medicamentos antiinflamatorios solo durante las épocas donde hay un mayor incremento de los síntomas asmáticos en vez de hacerlo cada día. Estos medicamentos también se suelen poder inhalar, pero hay algunos tipos de medicamentos preventivos que se toman por boca, sea en forma líquida o de pastilla. Hay varios tipos de medicamentos que reducen la inflamación, pero los corticosteroides inhalados son los que se usan más a menudo. Son seguros y de eficacia probada para tratar el asma, pero no son lo mismo que los esteroides potenciadores del rendimiento físico que toman algunos atletas. 

Algunos niños tomarán ambos tipos de medicamentos a partir del mismo inhalador. Pueden tener que usar esta “combinación”, usando un inhalador cada día para prevenir los síntomas, con una dosis añadida del mismo inhalador cuando presenten síntomas. Algunos niños mayores con asma leve pueden usar el inhalador solo como medicamento de alivio rápido cuando presenten síntomas o justo antes de hacer ejercicio físico. El profesional de la salud que lleva a su hijo lo ayudará a saber qué inhalador es el mejor para su hijo, y cómo y cuándo lo debería usar. 

Para las crisis asmáticas más graves, a veces los médicos recetan esteroides orales (que se toman por boca) durante 5–7 días. Estos medicamentos actúan más deprisa para reducir la inflamación cuando no basta con los medicamentos inhalados. Cuando alguien tiene una crisis asmática lo bastante grave como para requerir tratamiento en un servicio de urgencias médicas, es posible que lo traten medicándolo con una inyección. 

¿Qué más debería saber?

Cuando los medicamentos para tratar el asma se administran a través de un inhalador, es importante usar una cámara inhalatoria, o espaciador, que permita que llegue la mayor cantidad posible del medicamento a las vías respiratorias. 

Su hijo siempre debe tener a mano el medicamento de alivio rápido para tratar sus síntomas asmáticos. Esto significa tenerlo a mano en casa, en la escuela, en el centro comercial, en la práctica deportiva e, incluso, durante las vacaciones. Hable con el médico de su hijo sobre la frecuencia con la que su hijo necesita usar este medicamento. Si lo usa demasiado a menudo, el médico también le recetará el uso diario de un medicamento antiinflamatorio para ayudar a prevenir las crisis asmáticas. 

El médico de su hijo decidirá qué tipo de medicamentos necesita su hijo, basándose en sus síntomas asmáticos y en la frecuencia con la que ocurran sus crisis asmáticas. Hable con el médico de su hijo sobre cualquier cosa que le preocupe o sobre cualquier cambio que ocurra en los síntomas que presente. Esto le ayudará encontrar el mejor tratamiento y a hacer las actualizaciones que considere oportunas. 

En muchos niños, será necesario cambiar el medicamento y la dosis a medida que vayan creciendo y que sus síntomas vayan cambiando. Siempre siga el plan de acción contra el asma que su médico le indique así sabrá qué hacer.