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Depresión infantil: Lo que los padres necesitan saber

Es normal que, de vez en cuando, los niños se sientan tristes, estén irritables o de mal humor. Pero podría tratarse de depresión, cuando la tristeza o el mal humor duran semanas o más, y cuando hay otros cambios en el comportamiento del niño.

La terapia puede ayudar a los niños que sufren de tristeza o depresión. Los padres también ayudar de muchas maneras. Recibir la atención adecuada puede evitar que la situación empeore y ayudar al niño a sentirse mejor.

Si la tristeza ha durado varias semanas o más, hable de ello con el médico de su hijo.

¿Cómo puedo saber si mi hijo está deprimido?

Si un niño está deprimido, los padres pueden notar algunos de los siguientes signos:

  • Tristeza o mal humor. Un niño puede parecer triste, sentirse solo, infeliz o irritable. Esto puede durar semanas o meses. Un niño puede llorar con más facilidad. Puede tener más rabietas que antes.
  • Ser autocrítico. Los niños que sufren depresión suelen quejarse mucho. Pueden decir cosas autocríticas como: "No hago nada bien". "No tengo ningún amigo". "No puedo con esto". "Es demasiado difícil para mí".
  • Falta de energía y motivación. La depresión puede agotar la energía de un niño. Es posible que se esfuerce menos en la escuela que antes. Incluso realizar tareas sencillas puede parecerle un gran esfuerzo. Los niños pueden parecer cansados, rendirse fácilmente o no intentar hacer cosas.
  • Ya no disfrutan de las cosas. Los niños ya no se divierten tanto con sus amigos ni disfrutan jugando como antes. Es posible que ya no tengan ganas de hacer las cosas que antes disfrutaban.
  • Cambios en el sueño y la alimentación. Los niños pueden tener dificultad para dormir o parecer cansados, aunque duerman lo suficiente. Algunos pueden no tener apetito. Otros pueden comer en exceso.
  • Dolores y molestias. Algunos niños pueden quejarse de dolor de estómago u otros dolores. Algunos faltan a la escuela porque se sienten mal, aunque no estén enfermos.

¿Cuál es la causa de la depresión infantil?

Diversos factores pueden desencadenar una depresión. No existe una única causa. Algunos niños tienen genes que los hacen más propensos a la depresión. Es posible que tengan familiares que la padezcan.

Algunos niños atraviesan situaciones estresantes. Algunos han sufrido la pérdida de un ser querido o han experimentado traumas o dificultades en sus vidas. Algunos padecen problemas de salud graves. Estas situaciones pueden provocar tristeza o duelo, y a veces depresión.

Contar con apoyo adicional durante y después de momentos difíciles ayuda a proteger a los niños de la depresión o a mitigar sus efectos. Sin embargo, incluso con un buen apoyo, algunos niños se deprimen. La terapia puede ayudarlos a sanarse, sentirse mejor y volver a disfrutar de las cosas.

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¿Qué terapia se usa para tratar la depresión infantil?

La terapia que se usa para tratar la depresión infantil es la terapia cognitivo-conductual (TCC). Los terapeutas ayudan a los niños a sentirse aceptados y apoyados. Los animan a hablar sobre lo que piensan y sienten. Pueden utilizar cuentos, juegos, lecciones o cuadernos de ejercicios. Estas herramientas pueden ayudar a los niños a sentirse cómodos y a sacar el máximo provecho de la terapia cognitivo-conductual. Siempre que sea posible, la terapia incluye la presencia del padre o la madre del niño.

Si el niño sufrió la pérdida de un ser querido, experimentó un trauma u otros eventos difíciles, la terapia incluirá estrategias que lo ayuden a sanar. Y si un padre está lidiando con su propia pérdida o depresión, el terapeuta del niño puede ayudarlo a obtener la atención y el apoyo que necesita.

¿Qué debo hacer si creo que mi hijo está deprimido?

Si cree que su hijo está deprimido:

Hable con su hijo sobre la tristeza y la depresión. Puede que los niños no sepan por qué están tan tristes ni por qué las cosas les resultan tan difíciles. Dígale que usted se da cuenta de que está pasando por un mal momento y que quiere ayudarlo. Escúchelo, consuélelo, ofrézcale su apoyo y demuéstrele su amor.

Programe una cita con el pediatra de su hijo. Informe al pediatra si su hijo presenta tristeza o mal humor persistentes durante algunas semanas. Esto, por sí solo, no siempre significa que esté deprimido. Coméntele también si ha notado cambios en el sueño, la alimentación, la energía o el desempeño de su hijo. Dígale si su hijo está atravesando la pérdida de un ser querido, un momento de mucho estrés o tiene alguna otra dificultad.

El médico realizará una exploración física. Una exploración completa le permite detectar problemas de salud que podrían estar causando los síntomas de su hijo. También puede evaluar si hay depresión. Es posible que el médico de su hijo lo derive a un terapeuta infantil. La consulta del médico podría contar con un terapeuta infantil en su plantilla.

Programe una cita con un terapeuta infantil. Un terapeuta infantil (un profesional de la salud mental) dedicará tiempo para hablar con usted y su hijo. Realizará una evaluación exhaustiva para detectar la depresión haciéndole preguntas y escuchando atentamente sus respuestas y comentarios. El terapeuta podrá explicarle cómo la terapia puede ayudar a su hijo.

Lleve a su hijo a las sesiones de terapia. El terapeuta podría sugerir algunas sesiones, o más. La terapia puede llevar tiempo, pero notará progresos a lo largo del proceso.

Sea paciente y comprensivo. Cuando su hijo esté de mal humor o se comporte de forma difícil, tenga paciencia. Hable con el terapeuta sobre las mejores maneras de responder en estos casos. Lo ideal es hablar con su hijo con calma y luego guiarlo hacia un mejor comportamiento. En lugar de sentirse mal, esto permite que los niños se sientan orgullosos de su mejoría. Les permite ver que usted también está orgulloso de él o ella.

Disfrute del tiempo que pasan juntos. Pasen tiempo juntos haciendo cosas de las cuales los dos disfrutan. Salgan a caminar, jueguen, cocinen, lean cuentos, hagan manualidades, vean una película divertida. Si pueden, pasen tiempo al aire libre. Estas actividades fomentan un buen estado de ánimo y ayudan a que ustedes y sus hijos se sientan más unidos.

Revisor médico: D'Arcy Lyness, PhD
Fecha de revisión: septiembre de 2021