¿Qué es la tortícolis?
Después de dormir mal por la noche, una persona se puede levantar con el
cuello rígido, lo que hace que sea difícil y doloroso mover y girar
la cabeza. Esto se llama tortícolis (del latín torticollis: "cuello
torcido") y puede afectar a adultos, niños y hasta bebés.
Aunque se trata de algo incómodo y molesto, la tortícolis no suele
ser nada por lo que nos debamos preocupar. La mayoría de los niños que
la desarrollan se encuentran mejor al cabo de un par de días con solo un poco
de descanso y relajación.
¿Qué causa la tortícolis?
Muchos niños se quejan de que les duele el cuello después de cosas
como quedarse a dormir en otra casa o hacer la siesta en el sofá. Esto se debe
a que, cuando dormimos en una postura nueva o incómoda, los músculos
y ligamentos del cuello y/o de la columna vertebral se pueden cambiar de posición,
lo que provoca dolorosos tirones musculares y/o distensiones de ligamentos.
Algunos niños también pueden desarrollar una tortícolis cuando
contraen resfriados
o infecciones de garganta (como la mononucleosis o la amigdalitis estreptocócica),
debido al dolor provocado por una inflamación dolorosa de los ganglios linfáticos
del cuello. Y las lesiones en el cuello (o cualquier otra cosa que afecte o provoque
molestias en el cuello) también pueden hacer que sus músculos se tensen.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de la tortícolis?
Si a su hijo le duele el cuello cuando lo intenta mover, o si lo tiene tenso y/o
dolorido por un lado, se podría tratar de una tortícolis. Otro signo
característico: la cabeza está ligeramente inclinada hacia el lado dolorido
(para aliviar la tensión), y la barbilla estará orientada en la dirección
opuesta para relajar el cuello todavía más.
Los niños con tortícolis también experimentan dolor cuando
giran el cuello hacia el lado contrario al dolorido o cuando les presionan el área
afectada.
¿Cómo se trata la tortícolis?
La tortícolis suele desaparecer sola.Tras
un día de descanso, el dolor de cuello y la inclinación de la cabeza
del niño deberían empezar a desaparecer, aunque es posible que no remitan
por completo hasta al cabo de unos pocos días.
Mientras su hijo se recupera, limite cualquier actividad
que le haga girar la cabeza o tensar o forzar el cuello. Para ayudar a su hijo a encontrarse
mejor:
- Ofrézcale medicamentos para aliviarle el dolor, como el ibuprofeno. Si hay molestias
musculares, estos medicamentos pueden ayudar a curar el tejido muscular y a detener
el dolor.
- Aplique compresas calientes sobre la parte del cuello que le duele a su hijo cuando
intenta moverlo. (No aplique nunca bolsas o paquetes de calor directamente sobre la
piel. Contrariamente, coloque una toallita o paño entre el calor y la piel.)
Utilice el calor solo durante 20 minutos seguidos. Aplique compresas calientes cada
tres o cuatro horas.
- Si el dolor no remite tras utilizar ibuprofeno, es posible que el médico
recete a su hijo un relajante muscular durante unos pocos días.
- En los niños mayores, el uso de un collarín cervical blando puede
ayudar a evitar que muevan el cuello demasiado deprisa.
Eche un vistazo a la cama del niño si su hijo
se empieza a quejar de tortícolis justo después de despertarse por la
mañana. Una almohada llena de bultos o los muñecos que se dejan en la
cama por la noche pueden provocar posturas incómodas para dormir. (Recuerde
que, para reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante
–SMSL, nunca debe
permitir que un bebé de menos de 12 meses duerma con almohadas, cojines, mantas,
colchas, protectores de cuna ni juguetes dentro de la cuna o de la cama.) Asegurarse
de que el espacio que su hijo utiliza para dormir sea cómodo y seguro puede
ayudar a que su tortícolis desparezca y a que no la vuelva de desarrollar.
¿Cuándo debería llamar al médico?
Si el dolor de cuello de su hijo no mejora en absoluto
después de aplicar las medidas antes explicadas y de mejorar la comodidad del
lugar donde duerme, hable con su médico. Los médicos diagnostican la
tortícolis preguntando por cómo empezaron los síntomas (por ejemplo,
tras una fiesta de pijamas) y a través de una exploración física.
Los niños que se han lesionado el cuello o
aquellos cuya tortícolis no mejora al cabo de pocos días deberán
hacerse una radiografía para evaluar la posición de su columna vertebral.
Es posible que el niño deba visitar a un especialista si la inclinación
de su cuello persiste durante más de una semana.
Algunos síntomas pueden ser signos de afecciones
subyacentes que podrían provocar una tortícolis. Llame al médico
si su hijo tiene la cabeza torcida y también alguno de los siguientes síntomas:
- no puede mover el cuello
- tiene fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta o babea
- tiene dificultades para tragar, comer y/o beber
- se queja de cambios en la vista
- ha empezado a tomar un nuevo medicamento hace poco
- se comporta de una forma extraña
Si su hijo tiene una afección médica
que le repercute en el cuello (como el síndrome
de Down), llame a su médico en cuanto el niño se queje de problemas
en el cuello. Si no está seguro de si su hijo se expone en mayor medida que
los demás a desarrollar problemas en el cuello debido a la afección
médica que padece, llame a su médico y pregúnteselo.
Fecha de revisión: julio de 2017