¿Qué pueden hacer los padres?
Usted puede adoptar las siguientes medidas para asegurarse de que su hijo crece
y se desarrolla con normalidad. Medidas fundamentales para la salud y el bienestar
general:
- Descansar lo suficiente: los patrones de sueño
varían en función de la edad y de cada niño en particular. Pero
la mayoría de los niños necesitan un promedio de 10 a 12 horas de sueño
por la noche. El sueño proporciona al cuerpo en proceso de crecimiento el descanso
que necesita para seguir creciendo bien.
- Alimentación nutritiva: una dieta
equilibrada que contenga las vitaminas y los minerales esenciales ayuda a que los
niños alcancen su pleno potencial de crecimiento.
- Ejercicio regular: puesto que la obesidad
es un problema para muchos niños, los padres se deben asegurar de que sus hijos
hagan ejercicio físico
con regularidad. Montar en bicicleta, hacer excursionismo, patinar en línea,
practicar otros deportes o hacer cualquier otra actividad divertida que haga que los
niños se muevan favorece que tengan una buena salud y una buena forma física,
al tiempo que los ayuda a mantener un peso saludable.
Hablar con su hijo sobre el crecimiento
Los niños difieren en su crecimiento y en su desarrollo durante la infancia.
Al igual que los adultos, algunos niños son más altos y otros son más
bajos. Generalmente, las niñas alcanzan la pubertad antes que los niños,
aunque hay algunas niñas que pueden tardar un poco más que sus compañeras
de la misma edad en el desarrollo de los senos y en que les venga la menstruación.
Todo esto es normal.
Intente evitar comparar el crecimiento entre hermanos o entre otros niños.
Por ejemplo, si se presta demasiada atención a la estatura, es posible que
solo consiga que sus hijos se acomplejen por no ser más altos. Anime a su hijo
a aceptar su propio ritmo de crecimiento y desarrollo. Explíquele que algunos
niños crecen y se desarrollan a un ritmo más lento que los demás
y que quienes se desarrollan más tarde suelen alcanzar rápidamente a
su compañeros de edad.
Es posible que los niños tengan preguntas sobre el crecimiento, desde por
qué se les caen los dientes hasta temas más embarazosos, como el desarrollo
de los senos o el sudor. Conteste a sus preguntas con sinceridad e incluso inicie
conversaciones sobre el crecimiento para ayudar a su hijo a entender los muchos cambios
que está teniendo que afrontar. Esto lo ayudará a aceptar esos cambios
positivamente.
Si usted se siente incómodo al hablar sobre estos temas o si los evita por
completo, su hijo podría interpretar que hay algo malo o embarazoso en los
cambios que está atravesando, y podría evitar hablar con usted sobre
ellos.
Los niños de baja estatura suelen ser objeto de burlas por parte de sus
compañeros y es posible que necesiten ayuda cuando se metan con ellos. Si ese
es el caso de su hijo, usted lo puede ayudar alimentando su autoestima.
Por ejemplo, puede ser difícil para un niño de baja estatura formar
parte de un equipo de fútbol americano. Pero centrarse en otras alternativas,
como el fútbol, o el tenis, puede hacer que se sienta mejor consigo mismo y
con lo que puede hacer. Trate de entender los sentimientos de su hijo y mantenga siempre
abiertas las líneas de comunicación.
Otra forma de levantar el ánimo de su hijo consiste en motivarlo a participar
en actividades que no se centren en la estatura ni en el peso. Las habilidades especiales
y las cualidades individuales de su hijo, como, por ejemplo, su aptitud para la música
o su amor por la literatura, son cosas de las que enorgullecerse.
Si usted cree que puede haber un problema
Algunos padres se preocupan por el crecimiento y el desarrollo de sus hijos. Por
eso, los puede tranquilizar saber que la mayoría de los niños de baja
estatura o con retrasos en el desarrollo están sanos y son completamente normales.
Por ejemplo, los padres de baja estatura tienden a tener hijos de baja estatura, y
no todos los niños se desarrollan al mismo ritmo.
Si está preocupado por el crecimiento de su hijo, hable con su médico.
Él podrá explorar a su hijo, hacerle preguntas sobre los antecedentes
médicos de su familia, y si fuera necesario, pedir ciertas pruebas para saber
si tiene alguna afección médica que está influyendo en su crecimiento.
Es posible que el médico de su hijo revise el crecimiento de su hijo más
a menudo o que lo derive a un endocrinólogo pediátrico (un médico
que trata los trastornos del crecimiento en los niños).
Fecha de revisión: octubre de 2018