Un estudio reciente indica que 1 de cada 4 adolescentes tiene dificultades para
dormir. La falta de sueño puede afectarlo todo: desde nuestras emociones a la capacidad
de concentración en diferentes tareas, como conducir. Puede afectar el rendimiento
deportivo, aumentar las posibilidades de enfermarse y, en algunas personas, puede
relacionarse con el aumento de peso.
¿De qué manera podemos dormir la cantidad de horas que necesitamos? A continuación,
te damos algunas ideas:
- Permanecer activo durante el día. Probablemente has notado cómo
corretean los niños pequeños... y la profundidad de su sueño. Sigue el ejemplo de
los pequeños y haz ejercicio físico al menos 60 minutos por día. La actividad física
puede disminuir el estrés y ayudar a sentirse más relajado. Pero no hagas ejercicio
muy cerca de la hora de ir a dormir porque puede despabilarte sin llegar a disminuir
tus revoluciones.
- No consumir drogas ni alcohol. Muchas personas creen que el alcohol
y las drogas los relajan y producen somnolencia, pero no es así. El alcohol y las
drogas perturban el sueño y aumentan las probabilidades de despertarse a mitad de
la noche.
- Darle las buenas noches a los aparatos electrónicos. Los expertos
recomiendan usar el dormitorio sólo para dormir. Si no puedes convertir tu dormitorio
en una zona libre de tecnología, por lo menos apaga todo una hora o más tiempo antes
de apagar las luces. Nada te dice “Despierta, ¡está sucediendo algo!”
más explícitamente que el zumbido de un mensaje de texto o el sonido de aviso de un
mensaje instantáneo.
- Ten una rutina para dormir. Ir a la cama a la misma hora todos
los días contribuye a que el cuerpo espere el sueño. Establecer una rutina fija para
dormir puede aumentar este efecto relajante. Así que relájate todas las noches leyendo,
escuchando música, pasando tiempo con una mascota, escribiendo en un diario, jugando
sudoku o haciendo cualquier otra cosa que te relaje.
- Espera una buena noche de sueño. El estrés puede producir insomnio:
cuanto más desesperas por no poder dormir, más riesgo corres de quedarte despierto
mirando el techo. En lugar de preocuparte porque no podrás dormir, recuérdate que
puedes hacerlo. Di “Esta noche dormiré bien” varias veces durante el día.
También puede ser útil practicar ejercicios de respiración o posiciones suaves de
yoga antes de ir a la cama.
Todos tenemos una noche en blanco cada tanto. Pero si tienes dificultades para
dormir y crees que están afectando tu humor o rendimiento, consulta a tu médico.
Fecha de revisión: enero de 2013