¿Qué es la retinopatía del prematuro?
La retinopatía del prematuro es una enfermedad ocular que puede afectar
a bebés prematuros.
Hace que crezcan vasos sanguíneos anormales dentro de la retina, y puede llevar
a la ceguera.
¿Qué ocurre en la retinopatía del prematuro?
La retinopatía del prematuro hace que los vasos sanguíneos crezcan
de una forma anormal y aleatoria dentro del ojo.
Estos vasos sanguíneos tienden a tener escapes de sangre o a sangrar, lo que
conduce a una cicatrización de la retina, la capa de tejido nervioso del ojo
que nos permite ver.
Cuando las cicatrices se encogen, tiran de la retina, separándola o desprendiéndola
de la parte posterior del ojo (o fondo del ojo). Puesto que la retina es una parte
vital en la visión, su desprendimiento completo causaría una ceguera.

Causas de la retinopatía del prematuro
Durante el embarazo, los vasos sanguíneos crecen desde el centro de la retina
del bebé en proceso de desarrollo hasta las 16
semanas de embarazo, y luego se ramifican hacia el exterior y alcanzan los extremos
de la retina a partir de los 8 meses de embarazo. En los bebés que nacen de
forma prematura, el crecimiento normal de los vasos sanguíneos de la retina
se puede ver alterado y se pueden desarrollar unos vasos sanguíneos anormales.
Estos vasos alterados pueden causar pérdidas de sangre y hemorragias dentro
del ojo.
La retinopatía del prematuro no tiene signos ni síntomas cuando se
empieza a desarrollar en el ojo de un recién nacido. La única forma
de detectarla es mediante un examen ocular llevado a cabo por un oftalmólogo.
¿Cómo se trata la retinopatía del prematuro?
Algunos casos de retinopatía del prematuro son leves y se corrigen por sí
solos. Pero hay otros que evolucionan hacia la cicatrización, haciendo que
la retina se desprenda del resto del ojo. Estos casos requieren cirugía para
prevenir pérdidas de visión o la ceguera.
La operación de la retinopatía del prematuro detiene el crecimiento
de vasos sanguíneos anormales dentro del ojo. El tratamiento se centra en la
retina periférica (los lados de la retina) para preservar
la retina central (la parte más importante de la retina).
Esta operación implica cicatrizar áreas de la retina periférica
para frenar el crecimiento anormal de vasos sanguíneos y evitar los tirones
sobre la retina, que pueden llevar al desprendimiento de retina.
Puesto que la cirugía se centra en la retina periférica, puede haber
cierta cantidad de pérdida de visión periférica. De todos modos,
al preservar la parte central de la retina, el ojo puede seguir llevando a cabo sus
funciones vitales, como ver lo que tiene delante, distinguir colores, leer, etc.
Tipos de cirugía de la retinopatía del prematuro
Los métodos más frecuentes para operar una retinopatía del
prematuro son los siguientes:
- cirugía por láser: es la que se practica más
a menudo. Pequeños rayos láser crean una pequeña quemadura en
la retina periférica que genera una cicatriz. Este procedimiento (también
conocido como "tratamiento láser" o "fotocoagulación") dura aproximadamente
entre 30 y 45 minutos en cada ojo.
- inyección: se inyecta un medicamento en el ojo. Esto se
puede hacer como una alternativa al láser o junto con las cirugías por
láser. Este tratamiento es el más novedoso y sus resultados son prometedores,
ya que suele permitir que los vasos sanguíneos crezcan con más normalidad.
Las investigaciones sobre el tratamiento de la retinopatía del prematuro prosiguen
para determinar los efectos a largo plazo de la medicación en los bebés
prematuros.
Para los casos más avanzados de retinopatía del prematuro asociados
a desprendimiento de retina, se usan los siguientes métodos:
- indentación escleral: supone colocar una banda flexible,
generalmente de silicona, alrededor de la circunferencia del ojo. La banda rodea la
esclerótica, o el blanco del ojo, haciendo que se pliegue hacia dentro o que
se doble. Esto, a su vez, empuja la retina rasgada para aproximarla a la pared externa
del ojo. La operación dura de 1 a 2 horas.

- vitrectomía: esta compleja operación supone sustituir
el humor vítreo (un gel transparente que hay en el centro del ojo) por solución
salina (de sal). Esto permite extraer el tejido cicatrizal y reduce los tirones sobre
la retina, lo que impide que se siga desprendiendo. La vitrectomía puede durar
varias horas.
El oftalmólogo de su hijo hablará con usted sobre qué tipo
de operación es la mejor para su caso en concreto.
¿Qué ocurre en una operación de retinopatía del prematuro?
El oftalmólogo pediátrico de su bebé le describirá
el procedimiento y responderá a sus preguntas.
La cirugía de una retinopatía del prematuro se suele hacer con el
niño bajo anestesia
general (un medicamento que provoca un estado de sueño profundo) o bien bajo
sedación (el niño no es consciente del procedimiento pero no está
tan profundamente dormido como con la anestesia general).
- La cirugía por láser se puede hacer fuera de un quirófano,
con sedación y medicamentos para el dolor (analgésicos), o bien bajo
anestesia general dentro de un quirófano.
- Las inyecciones se suelen administrar fuera de un quirófano bajo anestesia
tópica (local).
- Puesto que la indentación escleral y la vitrectomía requieren anestesia
general, se deben hacer siempre en un quirófano.
En todos los casos, la respiración del bebé y su frecuencia cardíaca
se controlan atentamente durante toda la operación.
Los médicos administran al bebé gotas oculares para dilatarle la
pupila antes del procedimiento. Durante la operación, un instrumento llamado
"blefarostato" se introduce con delicadeza debajo de los párpados del bebé
para impedir que se cierren.
El ojo se cubrirá con un parche tras una indentación escleral o una
vitrectomía, pero no después de una cirugía por láser
o de una inyección. El hecho de que el niño necesite permanecer o no
en un hospital después de la operación dependerá del estado de
salud del niño y de su edad en el momento de la operación.
¿Qué más debería saber?
Si no es necesario que su hijo se quede en el hospital, se lo podrá llevar
a casa aproximadamente una hora después de que concluya la operación.
Los cuidados de seguimiento en una operación de retinopatía del prematuro
incluyen ponerle al bebé gotas oculares (para prevenir la infección
y/o la inflamación) durante por lo menos una semana.
Para asegurarse de que los ojos de su hijo se curen bien y de que la retinopatía
del prematuro no le reaparece, el oftalmólogo programará vistas de seguimiento.
Estas suelen tener lugar cada una a dos semanas. En la indentición escleral,
el oftalmólogo deberá examinar el pliegue del ojo cada 6 meses para
controlar cómo está creciendo el ojo del niño.
La meta de la cirugía en la retinopatía del prematuro consiste en
detener el avance de la enfermedad y prevenir la ceguera. Esta operación tiene
un buen índice de resultados positivos, pero no todos los bebés responden
bien al tratamiento. Hasta el 25% de los bebés que se operan para tratar una
retinopatía del prematuro pueden perder parte de la visión.
En todos los tipos de operación de esta afección, se pierde cierto
grado de visión periférica (o lateral). E, incluso aunque la retinopatía
del prematuro deje de avanzar, la visión del bebé puede verse afectada.
Puesto que pueden ocurrir algunas pérdidas de visión y complicaciones,
todo niño que se haya sometido a una operación para tratar una retinopatía
del prematuro se debe hacer revisiones de la vista cada año hasta bien entrada
la edad adulta.
Fecha de revisión: mayo de 2019