¿Y si sigues haciendo deporte después de hacerte una lesión deportiva? ¿Cuáles pueden ser las consecuencias?
– Ryan*
En lo que se refiere a las lesiones deportivas, las viejas recomendaciones de "juega con dolor" o "no te quejes, aguanta" están más que superadas. Ahora, los médicos, los entrenadores y los instructores saben que hacer deporte teniendo una lesión deportiva puede agravar la lesión, lo que alargará el tiempo que los atletas tendrán que esperar sentados en el banquillo. Jugar o hacer deporte teniendo una lesión deportiva hasta puede llegar a acabar por completo con tu carrera deportiva.
Lo más probable es que seguir haciendo deporte después de hacerte una lesión te la agrave. Una pequeña fractura por estrés (o uso repetitivo) que se podría haber curado en poco tiempo se puede convertir en un fractura más grave y dolorosa que tardará más tiempo en curarse. Volver a hacer deporte justo después de tener una conmoción cerebral aumenta tu riesgo de tener una lesión cerebral grave.
Pero, aparte de empeorar la lesión preexistente, hacer deporte cuando ya estás lesionado implica que también te podrás hacer daño en otra parte del cuerpo. Eso puede ocurrir por estar haciendo deporte de una manera que no es natural para tu cuerpo, al proteger la zona lesionada pero exponer otras zonas de tu cuerpo.
Por lo tanto, ¿qué deben hacer los deportistas?
En primer lugar, deja de hacer deporte en cuanto notes que te has lesionado y habla con tu entrenador o tu médico. Luego sigue reposando hasta que estés completamente recuperado y tu médico te dé el visto bueno para volver a entrenar (incluso aunque te empieces a encontrar más o menos bien y se avecine un partido importante, no hagas deporte a menos que cuentes con la aprobación de tu médico).
En segundo lugar, acondiciona o prepara tu cuerpo. Los expertos en medicina deportiva recomiendan el entrenamiento y el acondicionamiento físico como una manera de prevenir las lesiones desde el principio. Para evaluar tus puntos fuertes y tus puntos débiles, habla con tu entrenador o instructor o visita un centro de medicina deportiva. Todas las personas tienen puntos débiles y puntos fuertes, y es posible que haya algunos de ellos de los que no seas consciente ni esperes tener.
Un buen entrenador o instructor deportivo te puede evaluar y recomendar ejercicios de acondicionamiento orientados exclusivamente a tus necesidades individuales. Esto ayudará a trabajar las partes más débiles de tu cuerpo para que haya menos probabilidades de que te las lesiones.
Los centros de medicina deportiva de los hospitales infantiles son una buena apuesta. Los entrenadores y los terapeutas que trabajan con deportistas jóvenes saben más sobre los cuerpos en proceso de desarrollo y el tipo de lesiones que se suelen hacer los adolescentes que los entrenadores que trabajan con adultos. Si ya te has lesionado, estos expertos te pueden recomendar ejercicios de acondicionamiento físico pensados específicamente para tu cuerpo, a fin de que te puedas recuperar para seguir creciendo y ponerte más fuerte.
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