¿Ya estás más que harto de tanto chismorreo y de tanto hablar
mal de los demás? ¿Estás cansado de seguir el código de
vestimenta de tu grupo, pero tienes miedo de que te echen de él si te niegas
a seguirlo? ¿Estás preocupado porque no sabes si este año en
la escuela te incluirán en tu antiguo grupo o bien te excluirán de él
y, lo que es aún peor, se meterán contigo?
Independientemente de que estés fuera del grupo y deseando entrar, o dentro
de él y deseando salir, te ayudará mucho saber qué es lo que
mantiene vivos a los grupos cerrados de amigos o "camarillas".
Grupo de amigos versus grupo cerrado o camarilla
Formar parte de un grupo puede hacer que tu vida diaria sea más fácil;
y puedes aprender algunas aptitudes importantes para la vida, tales como saber escuchar,
compartir experiencias y respetar a los demás.
Los grupos se pueden formar por las cosas que la gente tiene en común. Por
eso, los bromistas, los góticos, los aficionados al monopatín y hasta
los amantes de las matemáticas se juntan porque tienen intereses similares.
Las personas de estos grupos sienten que cuentan con un lugar donde son bienvenidos
y apoyados, y donde pueden ser exactamente quienes son. Algunas personas forman grupos por pertenecer a un club de teatro, o porque
les gusta la misma música o el mismo tipo de películas, o simplemente
porque les gusta pasear por el centro comercial.
Algunos grupos duran muchos años. Otros se
disuelven cuando sus miembros desarrollan nuevos intereses, hacen nuevos amigos o,
sencillamente, se dan cuenta de que no tienen tanto en común. Las personas
pueden entrar y salir de grupos diferentes y hasta pueden ser miembros de varios grupos
a la vez. Incluso dentro de un grupo, las personas suelen tener uno o dos amigos íntimos,
de quienes se sienten más cerca que de los demás.
Algunos grupos de amigos son bastante flexibles y
permiten la entrada de gente nueva. Pero hay otros que son mucho más exclusivos.
Las personas que pertenecen a estos grupos dejan bien claro que no cualquiera puede
formar parte del grupo. De este tipo de grupos, "exclusivos" y "excluyentes", es del
que vamos a hablar en este artículo, y los llamaremos grupos cerrados
o camarillas.
¿Qué pasa con grupos cerrados
o camarillas?
Las camarillas son grupos cerrados que suelen tener
un código estricto de pertenencia y de conducta. En vez de concretarse en valores
o creencias compartidas, muchos grupos cerrados se tienden a centrar en mantener su
estatus y su popularidad. Por ejemplo, un grupo cerrado puede tratar de hacer creer
que sus miembros son "mejores" que el resto de la gente, o que tiene un estatus superior
que otros grupos cerrados.
A veces, las personas que forman parte de un grupo
cerrado usan su poder para herir a otras personas a propósito, sea excluyéndolas
del grupo, siendo crueles con ellas o ambas cosas a la vez. Y hasta pueden ofender
a la gente con la idea de "arreglarla" o de "hacerla cambiar de imagen". Otras veces
las cosas se ponen más serias y alguien que no pertenece al grupo puede convertirse
en la víctima de ataques y burlas por ser, parecer o actuar de una forma diferente.
A diferencia de los grupos abiertos de amigos, donde
sus miembros tienen una libertad total para socializar con personas de otros grupos,
los miembros de un grupo cerrado lo hacen todo juntos. Se sientan juntos en clase,
van al centro comercial juntos al salir de la escuela; y solo hacen cosas con los
miembros de su propio grupo o con personas que ellos consideran "aceptables".
Aunque la gente pueda creer que es mejor pertenecer
a un grupo cerrado que ser excluido de este, muchas veces, los miembros de estos grupos
se acaban viendo afectados por presiones y por reglas. Pronto se empiezan a preguntar
si podrán continuar siendo populares o si serán rechazados y expulsados
del grupo. Y, al cabo de un tiempo, empiezan a darse cuenta de que los verdaderos
amigos no son tan mandones ni tan exigentes.
¿Por qué los grupos cerrados
o camarillas atraen a la gente?
Los grupos cerrados atraen a la gente por diferentes
motivos: Para algunas personas, ser popular, es lo más importante, y los grupos
cerrados son el lugar ideal para ganar estatus social. Otras personas quieren pertenecer
a estos grupos porque no les gustan que las excluyan. Y hay otras que simplemente
creen que es mejor estar dentro que fuera (no lo es, pero ya hablaremos de esto más
adelante).
Los grupos cerrados permiten a las personas que les
gusta llevar el control satisfacer este deseo (¡para bien o para mal!). Y a
las personas que se sienten más cómodas dejándose llevar, el
grupo cerrado les ofrece unas reglas claramente definidas. Suele quedar muy claro
para los miembros del grupo cerrado qué deben hacer si quieren seguir encajando
y perteneciendo a ella. A veces, esto significa sacrificar parte de tu libertad y
seguir al líder, en vez de hacer lo que te apetece hacer.
Ser miembro de un grupo cerrado es algo que está
estrictamente controlado por los líderes. Estos "centinelas" son los que tienen
el poder de decidir quiénes son dignos de pertenecer al grupo y quiénes
no. Este tipo de control de la pertenencia al grupo suele ocurrir en las camarillas
de niñas.
Como han comprobado muchas niñas, la entrada
en un grupo cerrado no está garantizada. De hecho, es posible que una niña
que se percibe como popular y querida en el colegio sea excluida del grupo. Esto se
debe a que su personalidad o su seguridad en sí misma pueden ser una amenaza
para las líderes. Puede no ser una buena "seguidora" de las pautas que marcan
las líderes, sobre todo si ya es lo bastante popular por sí misma. Es
posible que inviten a sus amigas a formar parte del grupo, pero que a ella le nieguen
la entrada. Los miembros del grupo la excluirán deliberadamente en un intento
de quitarle su poder o de eliminar la amenaza que podría suponer que entrara
en el grupo.
Pero los grupos cerrados no solo son propios de las
niñas o de las chicas. Los niños y los chicos también los pueden
formar; por lo general, en torno a un deporte, un juego de computadora, una forma
de vestir o un tipo de música. Y pueden ser tan crueles como los grupos cerrados
de niñas o de chicas en lo que respecta a la exclusión de miembros.