Convertirse en padrastro o madrastra
Convertirse en padrastro o madrastra por la unión de dos familias o al casarse
con una persona que ya tenía hijos con otra que carecía de ellos puede
ser una experiencia gratificante y satisfactoria. Si usted no ha tenido hijos, tendrá
la oportunidad de compartir su vida con una persona más joven y ayudarla a
moldear su carácter. Si ya tiene hijos, les ofrecerá la oportunidad
de construir relaciones y de establecer ese vínculo tan especial que solo se
crea entre hermanos.
En algunos casos, los miembros de una nueva familia se llevan de maravilla. Pero
otras veces surgen obstáculos en el camino.
Tratar de encontrar cuál es su nuevo rol como padre o madre (aparte de las
responsabilidades cotidianas que este rol lleva aparejadas) también puede generar
confusiones o incluso conflictos entre usted y su pareja, el ex cónyuge de
su pareja, y los hijos de estos últimos.
Aunque no hay una fórmula infalible para crear la familia "perfecta", es
importante afrontar esta situación con paciencia y tratando de comprender los
sentimientos de todas las personas implicadas. He aquí algunos consejos para
facilitarle las cosas mientras trata de adaptarse a su nuevo rol.
Empiece despacio
Para un niño, el rol inicial del padrastro o de la madrastra es el de otro
adulto en su vida que cuida de él, similar al de un pariente cariñoso
o un mentor. Es posible que usted desee tener un vínculo más estrecho
con su nuevo hijastro desde el principio, y se pregunte qué está haciendo
mal si este no se encariña con usted o con sus hijos tan pronto como a usted
le gustaría. Pero las relaciones necesitan tiempo para crecer.
Empiece despacio y trate de no precipitar las cosas. Deje que las cosas se desarrollen
con naturalidad; los niños se dan cuenta cuando los adultos fingen o no son
sinceros. Con el tiempo, podrá desarrollar una relación más profunda
y significativa con sus hijastros, que no es necesario que se parezca a la que ellos
mantienen con sus padres biológicos.
Cosas que pueden afectar a esta relación
Los niños que están haciendo un duelo por el fallecimiento de uno
de sus progenitores, la separación o el divorcio
de sus padres biológicos pueden necesitar tiempo para recuperarse antes de
poder aceptarlo a usted como un nuevo padre o madre.
Para aquellos niños cuyos padres biológicos están vivos, el
nuevo matrimonio de uno de ellos puede significar el fin de la esperanza de que sus
padres biológicos se reconcilien. Incluso si ya han pasado varios años
desde la separación, los niños (incluso los que ya son mayores) se suelen
aferrar a esta esperanza durante mucho tiempo. Desde la perspectiva de los niños,
esta realidad les puede provocar enfado, dolor y confusión.
Otras cosas que pueden afectar en la transición al rol de padrastro o de
madrastra son las siguientes:
- La edad de los niños. Por lo general, en lo que
respecta a adaptarse y formar nuevas relaciones, cuanto más pequeños
sean los niños, más fácil les resultará. Pero puede haber
"un efecto durmiente" con los niños pequeños. Algunos de ellos aceptan
cambios importantes enseguida, pero años después, pueden presentar comportamientos
disruptivos o emociones desafiantes. Hable abiertamente con sus hijos, incluso aunque
parezcan aceptar bien los cambios, para ayudar a prevenir problemas de cara al futuro.
- Cuánto tiempo hace que conoce a los niños. Por
lo general, cuanto más tiempo haga que conozca a los niños, mejor irá
la relación. Hay algunas excepciones (por ejemplo, si usted era amigo de los
padres biológicos de los niños antes de que se separaran, y los niños
lo culpan de la separación). Pero en la mayoría de los casos, tener
una historia común hace que la transición sea un poco más llevadera.
- Cuánto tiempo estuvo saliendo con el padre o la madre de los niños
antes de empezar a convivir con ellos. De nuevo, hay excepciones, pero
normalmente, si usted no se apresura en la relación con el adulto, los hijos
tendrán la sensación de que usted va a estar con su familia a largo
plazo.
- Cómo se lleva su pareja (o su nuevo cónyuge) con su ex cónyuge.
Este es un factor crítico. Una comunicación abierta y la reducción
al mínimo de los conflictos entre los ex cónyuges puede cambiar muchas
cosas en la facilidad con que los hijos lo acepten a usted como padrastro o como madrastra.
Para los hijos, es mucho más fácil adaptarse a una nueva forma de vida
si los adultos no hacen comentarios negativos delante de ellos sobre sus "ex" respectivos.
- Cuánto tiempo pasan los niños con usted. Tratar
de forjar un lazo afectivo con sus hijastros pasando tiempo con ellos fines de semanas
por medio (cuando lo que ellos desearían sería pasar tiempo de calidad
con el padre o madre al que no ven tanto como quisieran ver) puede ser una forma dura
de forjar una relación con sus hijastros. Recuerde poner primero las necesidades
de los niños: si ellos quieren pasar más tiempo con su madre o padre
biológico, lo deberían pasar. Por lo tanto, a veces "desaparecer del
mapa" puede ayudar a allanar el camino hacia una mejor relación a largo plazo.
Saber con tiempo de antelación qué situaciones podrían ser
problemáticas lo puede ayudar a prepararse. Así, si surgieran complicaciones,
las podría manejar con una dosis extra de paciencia y delicadeza.
Pasos a seguir para ser un gran padrastro o una gran madrastra
Todos los padres afrontan dificultades de vez en cuando. Pero, si usted es madrastra
o padrastro, puede ser más duro, porque a las dificultades se suma el hecho
de que usted no es la madre o el padre biológico de los niños. Y esto
puede generar luchas de poder dentro de la familia, ya sea con los niños, con
el ex cónyuge de su pareja, o incluso con su pareja.
Cuando las cosas se pongan difíciles, poner primero las necesidades de los
niños lo puede ayudar a tomar buenas decisiones. He aquí cómo
hacerlo:
- Anteponga las necesidades de los niños a sus deseos. Los
niños necesitan amor, afecto y reglas coherentes y consistentes por encima
de todo. Regalarle juguetes o comprarles golosinas, sobre todo si no se los han ganado
por sacar buenas notas o por portarse como es debido, puede conducir a una situación
donde usted siente que está intercambiando regalos por amor. De forma similar,
si se siente culpable por tratar a sus hijos biológicos de una manera diferente
a cómo trata a sus hijastros, no intente compensarlo con regalos. Haga lo posible
por aprender a tratarlos con más equidad.
- Las reglas de la casa son importantes. Aplique las reglas
de su casa lo más sistemáticamente posible a todos los niños,
se trate de sus propios hijos, de los hijos de su pareja o de los que hayan tenido
juntos. Los niños y los adolescentes tendrán reglas diferentes, pero
siempre se deberán aplicar de forma sistemática. Esto ayuda a los niños
a adaptarse a los cambios, como la mudanza a una casa nueva o el nacimiento de un
bebé, y a sentir que todos los niños de la casa reciben un trato equitativo.
Si los niños están viviendo con dos conjuntos de reglas muy diferentes
en cada una de las casas, tal vez sea el momento de organizar una reunión familiar
de adultos; en caso contrario, los niños podrían aprender a "manipular
el sistema" para obtener beneficios a corto plazo, pero asociados a problemas a largo
plazo.
También ayuda el hecho de "extender" las recompensas y
los castigos a ambas casas. Cuando un niño hace una buena obra y se gana un
privilegio en una casa, debería recibir el mismo elogio o recompensa cuando
vuelva a su otra casa. Lo mismo es aplicable a los castigos, como perder tiempo para
usar equipos electrónicos por haberse saltado una regla importante de la casa.
Esto ayuda a que los niños sientan que sus dos familias están de acuerdo
en las reglas, e impide que un progenitor o una familia sea "el bueno" o "la buena"
y el otro y la otra, "el malo" o "la mala".
- Creen nuevas tradiciones familiares. Encuentre actividades
especiales para hacer con sus hijastros, pero asegúrese de pedirles siempre
su opinión. Algunas de las nuevas tradiciones de la familia podrían
incluir noches de juegos de mesa, salir juntos en bicicleta, cocinar, hacer manualidades
o incluso jugar a juegos de palabras mientras viajan en coche. La clave está
en divertirse juntos, no en tratar de ganar el amor de los niños —;
los niños son inteligentes y se darán cuenta enseguida si usted trata
de forzar una relación.
- Respete a todos los padres y padrastros de los niños.
Si el ex cónyuge de su pareja ha fallecido, es importante ser sensible
y honrar a esa persona. Si usted y su pareja comparten la custodia con la madre o
el padre biológico de los niños, trate de ser amable y comprensivo en
sus interacciones (¡por mucho que le cueste!). No haga nunca comentarios negativos
sobre la madre o el padre biológico de los niños delante de ellos. Esta
conducta suele ser contraproducente, al enfadar a los niños con el padre que
ha hecho tales comentarios. A ningún niño le gusta oír que se
critica a alguno de sus padres, incluso aunque el mismo niño se haya quejado
de él ante usted.
- No use a los niños como mensajeros o intermediarios. Trate
de no interrogar a los niños sobre lo que sucede en la otra casa; se resentirán
si tienen la impresión de que les pide que "espíen" al otro padre. Siempre
que sea posible, comuníquese directamente con el otro padre sobre cosas como
los horarios, el programa de visitas, temas relacionados con la salud o problemas
escolares. Los calendarios de custodia en línea facilitan un poco este proceso,
porque los padres pueden consultar sus días de visita y compartir esta información
entre sí a través de internet.
- Hable con su pareja o cónyuge. La comunicación
entre usted y su pareja es importante para que puedan tomar juntos decisiones sobre
la educación de sus hijos e hijastros. Esto es especialmente crucial si cada
uno de ustedes tiene ideas diferentes sobre la educación y la disciplina. Si
usted no tiene hijos y se va a convertir en padrastro o madrastra, pregúntele
a su pareja cuál es la mejor manera de conocer a sus hijos. Use los recursos
existentes para averiguar qué es lo que interesa a niños de diferentes
edades, y no se olvide de preguntárselo a ellos.
Independientemente de cómo se haya formado su nueva familia, lo más
probable es que en el camino surjan algunos obstáculos. Pero, aunque las cosas
no hayan empezado del todo bien, seguro que pueden mejorar (y lo más probable
es que lo hagan) a medida que usted y su nueva familia se vayan conociendo mejor.
Fecha de revisión: julio de 2018
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