Los niños de esta edad necesitan la actividad física para aumentar
su fuerza, su coordinación y su confianza en sí mismos, así como
para sentar las bases de un estilo de vida saludable. También están
ganando un mayor control sobre cómo les gusta estar activos.
Los niños en edad escolar deben tener muchas oportunidades para practicar
diversas actividades, deportes y juegos que encajen en su personalidad, aptitudes,
edad e intereses. Hagan una lluvia de ideas con su hijo sobre las actividades físicas
que más le podría gustar practicar. A la mayoría de los niños,
no les importará una dosis diaria de actividades que les ayuden a mantenerse
en forma siempre que las actividades sean divertidas.
Las recomendaciones para los niños en edad escolar son hacer un mínimo
de una hora de actividad física de moderada a intensa al día.
Además:
- La mayor parte de la actividad física debe ser aeróbica, lo que
implica usar músculos grandes y debe practicarse durante un período
de tiempo. Ejemplos de actividades aeróbicas son correr, nadar y bailar.
- Los niños en edad escolar suelen tener breves episodios de actividad física
de moderada a intensa que se alternan con actividades ligeras o de descanso a lo largo
del día. Cualquier actividad de moderada a intensa se debe acercar a la meta
de los 60 minutos de duración.
- Las actividades físicas que fortalecen los músculos y que fortalecen
los huesos se deben practicar por lo menos 3 días a la semana.
- Los niños logran tener unos músculos y unos huesos fuertes solo
con correr, saltar y jugar. No es necesario que dispongan de programas formales de
levantamiento de peso, pero estos son seguros si están adecuadamente elaborados
y supervisados.
Mantenerse en forma en casa
Muchos padres y niños piensan en los deportes
organizados cuando piensan en mantenerse en forma. Aunque inscribir a un niño
en un equipo deportivo tenga muchas ventajas, entrenar y jugar partidos una o dos
veces a la semana no basta parta alcanzar el nivel de actividad que deben tener los
niños de esta edad. Así mismo, los padres no deben seguir confiando
en que la educación física que hacen sus hijos en la escuela les proporciona
un nivel suficiente de actividad física.
He aquí algunas maneras de que su hijo se mantenga en forma desde su propia
casa:
- Convierta la actividad física en una parte de la rutina diaria. Desde las
tareas domésticas hasta los paseos después de cenar, mantenga activa
a su familia todos los días.
- Dé a su hijo suficiente tiempo libre para que juegue. Los niños
pueden quemar más calorías y pasárselo mejor cuando se les deja
jugar con entera libertad. Jugar al escondite, montar en bicicleta por el vecindario
y construir un muñeco de nieve son cosas divertidas y saludables.
- Tenga listos los equipos necesarios para practicar una variedad de juegos y deportes.
No hace falta que sean caros: un buen surtido de pelotas, hula-hoops y sogas para
saltar pueden mantener ocupados a los niños durante horas.
- Estén activos juntos. Así, usted también se mantendrá
en forma, y a los niños les encanta jugar con sus padres.
- Limite el tiempo que pasa su hijo en actividades sedentarias, como ver la televisión,
usar dispositivos electrónicos, conectarse a internet y jugar a videojuegos.
Si no dispone de suficiente espacio en casa, aproveche los parques y los campos
de atletismo de su localidad. Haga que las salidas deportivas familiares formen parte
su rutina regular. Permita que los miembros de su familia elijan las actividades:
salir en bicicleta, hacer patinaje sobre hielo o probar el rocódromo (para
escalar una pared con rocas). Sirve cualquier tipo de actividad, siempre y cuando
todo el mundo pueda participar y disfrutar de ella.
Y recuerde: mostrará a su hijo que el ejercicio físico es importante
haciendo ejercicio físico usted mismo.
Ejercicio físico para los niños
A través de las actividades físicas, los niños aprenden sobre
el espíritu
deportivo, a marcarse metas, a superar retos, a trabajar en equipo y el valor
de la práctica y del entrenamiento.
Tenga en cuenta la edad de su hijo y su nivel de madurez, sus aptitudes naturales
y sus intereses. Los niños de 6 a 8 años de edad están afinando
sus habilidades físicas básicas, como saltar, lanzar, patear y alcanzar
cosas en el aire. Algunos de ellos disfrutan practicando deportes organizados, pero
las ligas no-competitivas son mejores para los niños más pequeños.
Muéstrele que lo apoya, apoyando al equipo de su hijo y animándolo desde
las gradas los días de partidos.
Los niños de 9 a 12 años de edad están refinando, mejorando
y coordinando sus habilidades físicas. Algunos niños se comprometen
todavía más con el deporte que practican mientras que otros se retiran
cuando la competición aumenta y el nivel del juego mejora.
No pasa nada si a un niño no le interesan los deportes tradicionales, pero
es importante que encuentre formas
alternativas de mantenerse activo. Si a su hijo no le gusta el fútbol,
el baloncesto u otros deportes de equipo, anímelo a explorar otras opciones
para estar activo, como el kárate, la esgrima, el golf, el ciclismo, montar
en monopatín o el tenis.
Prevenir posibles problemas
Los niños que practican deportes se exponen a sufrir lesiones,
así que asegúrese de que su hijo lleve el equipo de protección
o de seguridad adecuado, como un casco y protectores acolchados cada vez que patine.
Los niños que se especializan en un solo deporte también se arriesgan
a sufrir lesiones por sobrecarga, que incluyen las fracturas por estrés y muchas
lesiones articulares.
Los niños que padecen afecciones médicas crónicas o discapacidades
no deben ser excluidos de las actividades físicas. Es posible que se deban
modificar o adaptar algunas actividades, y que otras sean demasiado arriesgadas, dependiendo
de la afección concreta que padezcan. Hable con el médico de su hijo
sobre qué actividades son seguras para él.
Los niños que disfrutan del deporte y del ejercicio físico tienden
a mantenerse activos durante toda la vida. Mantenerse en forma puede mejorar el rendimiento
académico y la autoestima
de los niños, prevenir la obesidad y reducir el riesgo de padecer enfermedades
graves, como hipertensión arterial, diabetes y enfermedades cardíacas
más adelante.
Si su hijo se queja de dolor mientras practica deporte o hace ejercicio físico
o después de practicarlo, hable con su médico.
Fecha de revisión: junio de 2019