Aprender cosas nuevas
Lo más probable es que los deberes (y todo lo que hagas en clase) te planteen
más retos, pero eso no tiene que ser algo malo. Estás creciendo y vas
a seguir construyendo todo ese aprendizaje a partir de lo que aprendiste en la escuela
primaria. También aprenderás algunas cosas nuevas y diferentes en la
escuela intermedia, como lenguas extranjeras, niveles más avanzados de informática,
música, arte, salud y destrezas para la vida cotidiana, como cocinar.
Y, por si eso fuera poco, lo más probable es que la escuela intermedia te
ofrezca una variedad de nuevos equipos, clubes y actividades en que podrás
participar. Tal vez te guste el lacrosse, la cerámica o el jazz. Quizás
encuentres oportunidades para practicar estas tres actividades en la escuela intermedia.
¿Todavía sigues preocupado por empezar las clases? Hablemos sobre
cómo puedes hacer esa transición ¡y sin estar tan asustado!
Visita la escuela más de una vez. La mayoría de
las escuelas intermedias celebran un día de orientación en otoño
para sus futuros alumnos. El día de orientación es una sesión
en que a los alumnos les muestran la escuela y les dan un poco de información
sobre en qué consistirá asistir a ese centro. Otra forma genial de familiarizarte
con la escuela consiste en asistir a un concierto o a un evento deportivo que se lleve
a cabo en sus instalaciones. Y hablar con amigos tuyos que vayan a esa escuela. Pregúntales
sobre cualquier problema que puedan haber tenido y diles si te podrían ayudar
en el caso de que lo necesitaras cuando estuvieras allí. ¡Está
muy bien contar con un amigo que sea mayor que tú en tu nueva escuela!
También te puede ayudar que tu mamá o tu papá te lleven a
la escuela durante el verano. Tal vez podrías ver a los equipos deportivos
mientras entrenan en el campo de la escuela y te podrías hacer una buena idea
sobre el lugar. También es bueno que te orientes sobre la ubicación
del centro en tu área. ¿Está cerca del centro comercial o en
la otra punta de la ciudad?
Prepárate para el primer día. Lee todos los materiales
que te facilitaron el día de orientación y los que hayas recibido por
correo electrónico durante el verano sobre la escuela a la que asistirás.
¿Hay algún libro que necesites leer o material escolar que tengas que
comprar? También te interesa saber a qué hora empieza la escuela y a
qué hora te recogerá el autobús, si necesitas utilizarlo. En
función de eso, podrás decidir a qué hora te tienes que despertar.
También te interesa saber a qué hora será la comida
en tu nueva escuela. Si es más tarde de lo normal, tal vez necesites llevarte
un tentempié para tomártelo a media mañana. Piensa, también
con tiempo de antelación, qué ropa te pondrás. Elije algo que
te guste y con lo que te sientas cómodo. Si has de llevar uniforme, pruébatelo
antes para asegurarte que te todas las prendas son de tu talla y te sientan bien.
¡Acuéstate temprano la noche anterior! Intenta dormir bien por la noche, incluso aunque estés tan nervioso
o emocionado que creas que no vas a poder pegar ojo. Antes de acostarte, prepara todas
tus cosas para que no te olvides nada. Programa tu reloj despertador, pero dile a
tu papá o a tu mamá a qué hora te debes levantar ¡por si
se te pegaran las sábanas!
Cuando llegue el gran día, desayuna bien y sé valiente.
Es posible que te parezca que te puedes saltar el desayuno
si vas con prisas, pero ni se te ocurra saltártelo. Te encontrarías
fatal a media mañana, justo cuando necesitarías toda tu energía
y capacidad mental para orientarte bien por tu nueva escuela.
Cuando estés a punto de salir, recuerda llevar contigo todo lo que necesites
y piensa que estás viviendo una gran aventura. Tal vez te pierdas por los pasillos.
Pero no pasa nada: ¡se trata de tu primer día! Saluda a amigos que ya
conoces y trata de ser valiente y di "hola" a niños que aún no conozcas.
¿No conoces al niño cuyo casillero está a lado del tuyo? Pues
dile "hola". ¡Se van a ver mucho durante todo el curso!
En clase, escucha lo que explique el profesor y toma apuntes porque será
difícil que lo recuerdes todo. Trata de anotar la información importante,
como la combinación de tu casillero y el número de tu aula principal.
Así, cuando llegues a casa, podrás revisar tus notas y prepararte para
tu segundo día.
El segundo día toca repetir. El segundo día, haz
todo lo que hiciste el primer día. Por suerte, las cosas empezarán a
ir un poco mejor. Sigue consultando tus anotaciones. Te puede ayudar el hecho de revisar
tu horario escolar cuando estés en casa para que empieces a memorizar que la
clase de matemáticas sigue a la de inglés y que la de ciencias va después
que la de gimnasia, ¡pero eso solo los martes!
Al cabo de una semana, date una palmadita en la espalda. Cuando
ya hayas ido a tu nueva escuela durante una semana entera, será el momento
de que te felicites a ti mismo con unos buenos aplausos. Lo más probable es
que hayas absorbido un montón de información y en muy poco tiempo. Lo
más probable es que ya te sepas la combinación de tu casillero, qué
asiento has de ocupar en todas tus clases, dónde están los baños
y cómo llegar al comedor de la escuela. ¿Aún te sigues perdiendo
cuando tienes que ir al gimnasio? Si es así, busca a un compañero que
vaya al gimnasio al mismo tiempo que tú y ve con él.