Cómo lidiar con el hostigamiento
El hostigamiento es un gran problema.
Puede provocar sentimientos de dolor, miedo, enfermedad, soledad, vergüenza y
tristeza en los niños. Los niños hostigadores pueden golpear, patear
o empujar a alguien para lastimarlo, o inventarle apodos, amenazarlo, burlarse de
él o atemorizarlo.
Pueden hacer comentarios crueles sobre alguien, quitarle algo a algún niño,
burlarse de él o dejarlo fuera del grupo a propósito.
Algunos niños hostigadores amenazan a los demás o intentan hacerles
hacer cosas contra su voluntad.
El hostigamiento es un asunto serio
El hostigamiento es un gran problema que afecta a muchos niños. Tres cuartos
de todos los niños afirman haber sido hostigados o haber sido blanco de burlas.
A raíz del hostigamiento, los niños pueden sentirse realmente mal. El
estrés que significa para ellos enfrentar estas situaciones puede enfermarlos.
A causa del hostigamiento, es posible que los niños no deseen salir a jugar
o ir a la escuela. Resulta difícil mantenerse concentrado en las tareas escolares
cuando a uno le preocupa cómo actuará cuando encuentre a un hostigador
esperándolo cerca del casillero.
El hostigamiento incomoda a todos, no solo a los niños que son víctimas
de esta práctica. Puede convertir a la escuela en un lugar que genera temor
y puede provocar más violencia y más estrés en todos.
¿Por qué los hostigadores actúan así?
Algunos niños hostigadores buscan llamar la atención. Quizás
crean que esta conducta es una manera de lograr popularidad u obtener lo que desean.
La mayoría de los hostigadores intentan sentirse más importantes. Cuando
se burlan de alguien, pueden sentirse grandes y poderosos.
Algunos pertenecen a familias en las que todos están enojados y gritan todo
el tiempo. Quizás crean que estar enojados, inventar apodos y empujar a los
demás son conductas normales. Algunos imitan lo que ven. Otros fueron víctimas
del hostigamiento.
A veces, saben que lo que hacen o dicen lastima a otras personas. Sin embargo,
otros quizás no sepan realmente lo dañina que puede resultar esa conducta.
La mayoría de los hostigadores no comprenden los sentimientos de los demás
ni les importan.
A menudo, se burlan de quienes creen poder dominar. Pueden burlarse de niños
que se enojan con facilidad o que tienen problemas para defenderse solos. Lograr causar
una reacción importante en alguien puede hacer sentir al hostigador que tiene
el poder que desea. A veces, los hostigadores se burlan de alguien más inteligente
o diferente de algún modo. Otras, simplemente se burlan sin ninguna razón.
Gemma le contó a su mamá que una niña se burlaba de ella
por su cabello pelirrojo y sus pecas. Ella deseaba ser como las demás niñas
pero no podía cambiar esas características. Finalmente, en la piscina
local, Gemma se hizo amiga de una niña que quería tener el cabello como
ella. Ambas se hicieron grandes amigas y Gemma aprendió a ignorar las burlas
de la niña mala de la escuela.
Hostigamiento: cómo manejarlo
Ahora, sabes que el hostigamiento es un gran problema que afecta a muchos niños.
Sin embargo, ¿qué haces si alguien te hostiga? Los consejos se agrupan
en dos categorías: cómo evitar entrar en choque con el hostigador y
qué hacer si te enfrentas al hostigador.
Cómo evitar entrar en choque con el hostigador
No le des posibilidades al hostigador. Evítalo lo más
que puedas. Por supuesto que la solución no es esconderse ni faltar a la escuela.
Pero si puedes tomar un camino diferente para evitar encontrarte con el hostigador,
debes hacerlo.
Párate erguido y sé valiente. Cuando le temes a
otra persona, probablemente no te sientes muy valiente. Pero, a veces, actuar con
valentía basta para detener a un hostigador. ¿Cómo se ve y cómo
se comporta una persona valiente? Párate erguido y el mensaje será el
siguiente: "No te metas conmigo". Es más fácil sentirse valiente cuando
uno se siente bien consigo mismo. ¡Mira el próximo consejo!
Siéntete bien contigo mismo. Nadie es perfecto, pero ¿qué
puedes hacer para verte y sentirte lo mejor posible? Tal vez quieras tener un mejor
estado físico. Si es así, quizás decidas hacer más actividad
física, mirar menos televisión y consumir alimentos más saludables.
O tal vez te sientas mejor cuando tomas una ducha en la mañana antes de ir
a la escuela. Si este es tu caso, podrías levantarte un poco más temprano
para poder estar limpio y refrescado para la jornada escolar.
Búscate un compañero (y sé un compañero).
Estar de a dos es mejor que estar solo cuando tratas de evitar el hostigamiento. Arregla
con uno o dos amigos para ir caminando a la escuela, o para estar durante los recreos
o el almuerzo, o donde creas que puedes toparte con el hostigador. Ofrécete
para hacer lo mismo por un amigo si es él quien tiene el problema. Si eres
testigo de situaciones de hostigamiento en la escuela, díselo a un adulto,
defiende al niño que está siendo hostigado y dile al hostigador que
deje de actuar así.
Si el hostigador te dice o te hace algo
Ignóralo. Si puedes, haz lo posible para ignorar sus amenazas.
Haz de cuenta que no lo escuchas y ve rápidamente a un lugar seguro. Los hostigadores
quieren causar grandes reacciones a sus burlas y maldades. Actuar como si no las notaras
o no te importaran es no reaccionar de ninguna manera, lo cual quizás detenga
el comportamiento del hostigador.
Defiéndete. Simula sentirte realmente valiente y confiado.
Dile al hostigador: "¡No, detente!", en voz alta. Luego, vete caminando o corre
si es necesario. Los niños también pueden defenderse unos a otros si
le piden al hostigador que deje de burlarse o de atemorizar a alguien, y luego se
van caminando juntos. Si un hostigador quiere que hagas algo que no deseas hacer,
dile que no y aléjate. Si le haces caso, es probable que siga hostigándote.
Los hostigadores suelen hostigar a los niños que no se defienden.
No respondas hostigando. No pegues, patees ni empujes a alguien
que te hostiga a ti o que hostiga a tus amigos. Al responder de ese modo, simplemente
logras satisfacer al hostigador y es peligroso hacerlo, porque alguien podría
salir lastimado. También es posible que te metas en problemas. Es mejor quedarse
con otros niños en un lugar seguro y pedirle ayuda a un adulto.
No muestres tus sentimientos. Planifica con anticipación.
¿Cómo puedes evitar enojarte o mostrar tu malestar? Intenta distraerte
(cuenta de 100 a 0, deletrea la palabra "tortuga" de atrás para adelante, etc.)
para tener la mente ocupada hasta salir de esa situación y encontrarte en un
lugar seguro donde puedas expresar tus sentimientos.
Decirle a un adulto. Si te hostigan, es muy importante que se
lo comentes a un adulto. Busca a alguien en quien confíes y cuéntale
lo que te está sucediendo. Los maestros, directivos, padres y el personal del
comedor escolar pueden ayudar a detener el hostigamiento. A veces, esta conducta cesa
cuando los maestros se enteran ya que los hostigadores temen ser castigados por sus
padres. Esto no es hablar mal de alguien que hizo algo sin importancia, sino que el
hostigamiento es una conducta incorrecta y hablar al respecto ayuda si quienes son
víctimas o testigos de esta práctica se expresan y hablan al respecto.
¿Qué les sucede a quienes hostigan?
Al final, la mayoría de los hostigadores terminan en problemas. Si insisten
con una conducta negativa y dañina, tarde o temprano quizás se queden
con solo algunos amigos, en general, niños iguales a ellos. El poder que deseaban
se desvanece rápidamente. Otros niños avanzan y dejan atrás estas
conductas.
Luis le tenía mucho miedo a Brian; todos los días le daba a Brian
dinero para el almuerzo, pero, aún así, este seguía dándole
palizas. Decía que si Luis hacía comentarios sobre la situación,
le daría una paliza frente a los demás niños de la clase. Un
día, Luis lloró y una niña les dijo a todos que él era
un bebé que había estado llorando. Luis se sintió avergonzado
y muy mal consigo mismo y con la escuela. Por último, Brian fue visto cuando
amenazaba a Luis y ambos fueron enviados a hablar con el consejero escolar. Brian
tenía muchos problemas en su hogar. Con el tiempo, aprendió a hacer
amigos y a pedirle a sus padres dinero para el almuerzo. Luis nunca quiso ser amigo
de Brian, pero aprendió a actuar con firmeza y con más confianza.
Algunos chicos que hostigan culpan a otros. Pero todos los niños pueden
decidir cómo actuar. Algunos niños que hostigan se dan cuenta de que
no obtienen el respeto que quieren amenazando a los demás. Tal vez pensaron
que esta conducta los haría populares, pero pronto se dan cuenta de que los
demás niños los consideran fracasados con problemas.
Lo bueno es que estos niños pueden aprender a cambiar ese comportamiento.
Los maestros, los consejeros y los padres pueden ser de ayuda, tambien el observar
a los niños que tratan a los demás de manera justa y respetuosa puede
ayudar. Los niños hostigadores pueden cambiar si aprenden a usar su poder de
maneras positivas. Al final, cambiar de actitud o no depende exclusivamente de ellos.
Algunos niños hostigadores se convierten en niños excelentes. Otros
no aprenden nunca.
Pero no es necesario tener que soportar el comportamiento de un hostigador. Si
tú o alguien a quien conoces son víctimas de un hostigador, habla con
alguien en quien confíes. Todos tenemos derecho a sentirnos seguros; vivir
situaciones de hostigamiento nos hace sentir inseguros. Habla con alguien al respecto
y sigue haciéndolo hasta tanto se tomen las medidas correspondientes.
Fecha de revisión: julio de 2013
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