¿Cómo se trata el asma?
Cuidar de tu asma implica hacer las siguientes dos cosas: evitar las cosas que
te desencadenan los ataques de asma y tomar los medicamentos que te haya recetado
tu médico.
Evitar los desencadenantes
Una vez sepas cuáles son tus desencadenantes, tú y tus padres pueden
seguir medidas para evitarlos. He aquí algunas ideas:
- Cambiar las sábanas de tu cama a menudo y pasar la aspiradora para que
tu casa no contenga
polvo.
- No dejar entrar a tu mascota
en tu dormitorio si eres alérgico a la caspa animal.
- Estar en interiores cuando los índices de polen sean altos (pide a tus
papás que se fijen en las predicciones meteorológicas).
Si el ejercicio físico te empeora el asma, es posible que el médico
te recete un medicamento para que te lo tomes justo antes de hacer ejercicio a fin
de impedir que se te estrechen las vías respiratorias.
Tomar medicamentos
No siempre es posible evitar los desencadenantes; por lo tanto, la mayoría
de los niños con asma también se tienen que medicar.
El asma de cada niño es diferente. Por eso, hay distintos tipos de medicamentos
para tratarla:
- Hay un tipo de medicamento para el asma que se llama medicamento
de alivio rápido (también conocido como "medicamento de efecto inmediato"
o "de rescate"). Actúa muy deprisa, ayudando a abrir las vías respiratorias
del niño para que pueda volver a respirar.
- El otro tipo de medicamento para el asma se llama medicamento
de control a largo plazo (también conocido como "medicamento de mantenimiento"
o "preventivo"). Se trata de un medicamento de uso diario que se toma para impedir
que ocurran crisis asmáticas.
Te debes tomar tus medicamentos tal y como te lo indique tu médico. Si no
lo haces, tu asma podría empeorar y hasta podías acabar en el hospital.
Tu médico elaborará un plan especial contra tu asma, a fin de tenerla
bien controlada. Se llama plan de acción contra el asma, y lo deberían
tener todas las personas que cuiden de ti, incluyendo a tus profesores, tus monitores
y los supervisores de los campamentos a que asistas.
Utilizar un inhalador
La mayoría de los medicamentos para el asma se tienen que inspirar, y los
inhaladores ayudan
a que el medicamento llegue a los pulmones.
Hay un tipo de inhalador que tiene un tubo de plástico que dispensa el medicamento.
Cuando presionas el tubo, expulsa una ráfaga de medicamento para que lo puedas
inspirar.
Utilizar una cámara de inhalación
Usar un inhalador como este puede ser complicado, de modo que una cámara
de inhalación (también conocida como "dispositivo espaciador") puede
ayudar. La cámara de inhalación se acopla al inhalador y sostiene el
medicamento pulverizado en el mismo lugar (entre el inhalador y tu boca). Permite
que inspires cuando estés preparado, haciendo que te resulte más fácil
inhalar todo el medicamento y que te llegue bien a los pulmones.
Hay otro tipo de inhalador que contiene medicamento en polvo en su interior, que
se debe inspirar rápida y profundamente, y que no requiere de cámara
inhalatoria.
Utilizar un nebulizador
Otra forma de tomar el medicamento para el asma es utilizando una máquina
llamada nebulizador.
Esta máquina transforma la medicina líquida en un vapor que se debe
inspirar.
¿El asma acaba por desaparecer?
¡Sip! Muchos niños comprueban que su asma desparece o se vuelve menos
grave conforme van creciendo. Algunos médicos creen que esto ocurre porque
las vías respiratorias se ensanchan a medida que va creciendo el niño
y van aumentando de tamaño. Con más espacio en las vías respiratorias,
al aire le cuesta menos entrar y salir.
Hay gente que tiene asma siendo adulta, pero esta enfermedad no tiene por qué
bajarle el ritmo. Algunos atletas profesionales controlan bien su asma y hasta llegan
a competir y a ganar en los juegos olímpicos.
Fecha de revisión: febrero de 2019