¿Por qué a algunas mujeres embarazadas les salen varices?
Estoy en mi sexto mes de embarazo y estoy empezando a tener unas extrañas venas de color azul tirando a morado en las piernas. ¿Qué son y por qué las tengo?
– Tyneesha
Las varices son una parte frecuente y generalmente inofensiva del embarazo en algunas mujeres. Ocurren cuando el útero ejerce presión sobre la gran vena cava inferior que lleva sangre de vuelta al corazón desde los pies y las piernas.
Las varices pueden empezar a picar, molestar e incluso doler. Se suelen encontrar en las piernas, la zona genital y el recto (las hemorroides son un tipo de variz).
Las varices tienden a ser hereditarias; es muy probable que a su madre y/o su abuela también les salieran varices durante el embarazo. Por lo tanto y lamentablemente, no hay mucho que podamos hacer para prevenirlas.
Pero hay algunas maneras de reducir el dolor de las varices y de evitar empeorarlas:
- Haga pausas frecuentes y levántese a estirar las piernas si tiene que estar mucho tiempo sentada o de pie.
- No cruce las piernas mientras esté sentada.
- Eleve o levante los pies a menudo.
- Lleve mallas de maternidad. Estas medias especiales comprimen levemente los músculos de las piernas y aprietan las venas para ayudar al retorno venoso (llevar la sangre de vuelta de las piernas al corazón). Difieren de las medias ordinarias en que aplican cantidades diferentes de presión en distintas partes de las piernas, ejerciendo más compresión en los tobillos y menos en los muslos. Es importante que evite llevar calcetines apretados o botas a la altura de la rodilla que aprieten en zonas de la pierna en particular, puesto que podrían cortarle la circulación.
- Haga ejercicio de bajo impacto cada día si cuenta con el visto bueno de su médico.
- Duerma sobre el costado izquierdo para no ejercer más presión sobre la vena cava inferior, que circula por el lado derecho de su cuerpo.
Si nota que sus venas están duras o calientes o le duelen, o si la piel que las cubre se le pone roja, llame a su médico.
Las varices suelen mejorar después del embarazo, cuando el útero deja de ejercer presión sobre la vena cava inferior.