Mantenerse activo y comer de forma saludable son las mejores maneras de controlar
el peso. Esta recomendación es aplicable a todas las personas, pero es especialmente
útil para quienes tienen diabetes. Esto se debe a que el peso puede afectar
la diabetes y la diabetes puede afectar el peso. Esta
relación puede ser diferente en la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2, pero
la recomendación es la misma: el control del peso puede marcar la diferencia
en el control de la diabetes.
La diabetes tipo 1 y el peso
Si una persona sufre diabetes
tipo 1 pero aún no ha recibido tratamiento, con frecuencia baja de peso.
En la diabetes tipo 1, el cuerpo no puede usar la glucosa
de manera adecuada porque el páncreas ya no produce insulina. La insulina es
una hormona que ayuda a la glucosa a entrar en las células del cuerpo, donde
puede ser utilizada como fuente de energía.
Sin insulina, la glucosa en sangre se acumula y alcanza niveles elevados. Con el
tiempo, los riñones eliminan la glucosa inutilizable (y las calorías)
a través de la orina y puede haber una pérdida de peso. Sin embargo,
después del tratamiento para la diabetes tipo 1, la persona suele recuperar
un peso saludable.
En algunos casos, las personas con diabetes tipo 1 pueden tener sobrepeso. Es posible
que tengan sobrepeso al enterarse de que tienen diabetes o tal vez tengan sobrepeso
después de comenzar el tratamiento. A las personas con sobrepeso se les puede
dificultar el control adecuado de los niveles
de azúcar en sangre.
La diabetes tipo 2 y el peso
La mayoría de las personas tienen sobrepeso cuando les diagnostican diabetes
tipo 2. Tanto los antecedentes familiares de diabetes como el sobrepeso o la obesidad
pueden aumentar el riesgo de una persona de desarrollar diabetes tipo 2.
Las personas con diabetes tipo 2 tienen una afección que se llama resistencia
a la insulina; el cuerpo puede producir insulina, pero no puede usarla correctamente
para hacer que la glucosa entre en las células del organismo. Por lo tanto,
la cantidad de glucosa en sangre se eleva. Entonces el páncreas produce más
insulina para intentar resolver el problema.
Con el tiempo, el páncreas puede agotarse por el trabajo intenso y quizás
no logre producir suficiente insulina para mantener la glucosa en sangre dentro de
niveles normales. En ese momento, la persona tiene diabetes tipo 2.
Las personas pueden tener resistencia a la insulina sin tener diabetes, pero aun
así tienen un elevado riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. La pérdida
de peso, comer alimentos más saludables y en porciones
razonables, y hacer ejercicio físico pueden mejorar e incluso revertir
la resistencia a la insulina.
En las personas con diabetes tipo 2, revertir la resistencia a la insulina hace
que resulte más sencillo llevar el azúcar en sangre a un nivel más
saludable. Para quienes tienen resistencia a la insulina pero no tienen diabetes,
revertir la resistencia a la insulina puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes.