Es probable que tengas una rutina para el cuidado del asma en tu casa. Pero en
la escuela, las cosas podrían ser algo distintas.
Aún es posible controlar el asma y ayudar a prevenir ataques
("crisis") cuando estás en la escuela. Todo lo que necesitas es un poco de
preparación y planificación.
¿Cómo puedo evitar los desencadenantes del asma en la escuela?
La mejor manera de controlar el asma consiste en tomar el medicamento
que el médico te recetó.
Aquí encontrarás otras formas de mantener los síntomas del
asma bajo control:
- Crea un plan de acción contra el asma. El médico trabajará contigo para crear un plan de acción
contra el asma que incluya tus horarios escolares y tus actividades. El plan tal
vez incluya tus medicamentos y cuándo y cómo tomarlos, las cosas a las
que debes estar atento y que pueden desencadenar un ataque de asma, las señales
iniciales de un ataque, qué hacer si tienes un ataque y cuándo se convierte
en una emergencia.
- Asegúrate de que la escuela tenga
una copia de tu plan de acción. Tanto la oficina como
la enfermería de la escuela deben tener copias de tu plan. También debe
haber una copia en el departamento de educación física si practicas
algún deporte. En algunos casos, tal vez desees hablar sobre el plan con los
entrenadores o el enfermero de la escuela.
- Descubre cuál es la mejor manera de respetar tu plan.
Algunas escuelas les permiten a los adolescentes tener los medicamentos con ellos.
Otras prefieren que los medicamentos queden en la enfermería. El enfermero
de la escuela o un maestro podrá sugerirte maneras de continuar con el tratamiento
dentro del horario escolar.
- Habla con los maestros, los entrenadores y tus amigos. Cuantas
más personas sepan acerca de tu asma, más ayuda tendrás cuando
la necesites. Por ejemplo, tu maestro comprenderá por qué le pides que
cierre la ventana cuando el nivel de polen sea elevado. Tu maestro de educación
física sabrá que no puedes correr al aire libre cuando el clima esté
muy frío. Y si hablas con tus amigos, tal vez descubras que no estás
solo como lo creías; probablemente algún compañero de clase también
tenga asma. Si hablas sobre el tema, también podrías ayudarlos a ellos.
- Haz todo lo posible por manejar los desencadenantes.
No puedes controlar el entorno escolar, por eso tal vez sea más difícil
manejar los desencadenantes en la escuela. Pero, a continuación, encontrarás
algunas cosas que puedes hacer:
- Si tienes asma
inducida por el ejercicio físico, asegúrate de tener acceso a los
medicamentos de alivio rápido antes y durante la clase de educación
física.
- Si el polvo de la tiza, el humo, el polen o el moho son un problema, díselo
a tu maestro o al enfermero de la escuela. Con frecuencia, es posible reducir o eliminar
la exposición a estos elementos.
- Si tienes ataques debido al estrés, haz todo lo posible para estar preparado
para acontecimientos como los exámenes. Puede resultar útil aprender
técnicas de relajación, como ejercicios de respiración.
- Da por hecho que puedes practicar
deportes. Muchos deportistas de primer nivel, desde jugadores de fútbol
hasta ganadores de medallas olímpicas, tienen asma. No hay nada que te impida
hacer deporte, participar de las clases de educación física y de otras
actividades físicas. Pero definitivamente debes hablar con el médico
acerca de la práctica de deportes para saber cómo manejar las cosas.
¿Qué puedo hacer con los ataques de asma?
Lo más probable es que no puedas prevenir todos los ataques de asma. Esto
significa que siempre deberás estar preparado por si tienes uno, en especial
en la escuela. Siempre debes tener acceso a tu inhalador, ya sea que esté en
tu mochila o en la enfermería. Utilízalo cada vez que lo necesites.
Si sientes que estás por tener un ataque de asma, obtén la ayuda
necesaria. No ignores el ataque ni esperes que
desparezca por sí solo. Hazte cargo y pronto estarás respirando mejor.
Fecha de revisión: agosto de 2018