¿Qué es el rotavirus?
El rotavirus es un virus
frecuente que infecta el recubrimiento interno de los intestinos.
Causa vómitos y diarreas,
sobre todo en los bebés y los niños pequeños. Las guarderías
y los jardines de infancia son lugares donde se declaran con frecuencia brotes de
enfermedades provocadas por el rotavirus.
Las
vacunas contra el rotavirus son recomendables para la mayoría de los niños,
y permiten prevenir muchas infecciones por rotavirus.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de una infección
por rotavirus?
Los niños afectados por una infección por rotavirus tienen:
- fiebre
- náuseas y vómitos
- retortijones abdominales
- diarreas acuosas y frecuentes
También pueden tener tos
y secreción nasal. De todos modos, como ocurre con todos los virus, algunas
infecciones por rotavirus causan muy pocos síntomas o ninguno en absoluto,
sobre todo en la población adulta.
A veces, la diarrea que acompaña a una infección por rotavirus es
tan fuerte que es muy fácil que lleve a la deshidratación. Entre los
signos de la deshidratación se incluyen los siguientes:
- tener sed
- estar irritable
- estar inquieto
- estar muy cansado
- tener los ojos hundidos
- tener sequedad de boca y de lengua
- tener la piel seca
- tener las fontanelas hundidas (si se trata de un bebé)
- reducción de la cantidad de visitas al baño para orinar (en los
niños)
- tener los pañales secos durante varias horas seguidas (en los bebés).
¿El rotavirus es contagioso?
Sí, el rotavirus se trasmite con gran facilidad de una persona a otra. Las
infecciones por rotavirus abundan durante los meses de invierno y de primavera, sobre
todo en los contextos grupales, como las guarderías y los centros de preescolar.
El virus se trasmite a través de las heces (cacas) de las personas infectadas
antes y después de que presenten síntomas de la enfermedad. Los niños
pueden contraer la infección si se meten los dedos en la boca después
de tocar algo que estaba contaminado por rotavirus, como un juguete. Lo más
habitual es que el contagio ocurra porque los niños no se lavan
las manos con la frecuencia necesaria, sobre todo antes de comer y después
de usar el váter.
La gente que está al cuidado de bebés o de niños, incluyendo
el personal sanitario y el de las guarderías, también puede contagiar
el virus, sobre todo si no se lava las manos después de cambiar los pañales
a bebés o a niños pequeños.
¿Qué problemas puede haber?
En EE.UU., las infecciones por rotavirus causan:
- unos 3 millones de casos de diarrea
- conducen a 55.000 hospitalizaciones por diarrea y casos de deshidratación
al año en niños menores de 5 años
Las infecciones graves por rotavirus, o gastroenteritis por rotavirus, son la principal
causa de diarrea fuerte que producen deshidratación en los niños pequeños.
Este tipo de infecciones causan relativamente pocas muertes en EE.UU. Pero las
diarreas causadas por rotavirus causan más de medio millón de muertes
al año en todo el mundo, sobre todo en los países en vías de
desarrollo.
¿Cómo se tratan las infecciones por rotavirus?
Los bebés y los niños menores de tres años de edad que han
contraído una infección por rotavirus y se deshidratan pueden necesitar
ingresar en un hospital. Allí reciben líquidos por vía intravenosa
(VI) a fin de restablecer las concentraciones de fluidos y de sales minerales en su
organismo. La mayoría de los niños mayores de tres años se pueden
tratar en casa sin problemas.
Es posible que el médico de su hijo pida un análisis de sangre, de
orina (pis), o de heces
(cacas) para confirmar que su diarrea está provocada por el rotavirus, en vez
de por bacterias. Los antibióticos solo sirven para tratar enfermedades provocadas
por bacterias. Por lo tanto, el médico no recetará a su hijo antibióticos
para tratar una infección por rotavirus.
Tratamiento en casa
Para evitar la deshidratación, siga las recomendaciones del médico
de su hijo sobre qué debería comer y beber. Es posible que el médico
le sugiera darle a su hijo líquidos especiales para restablecer sus fluidos
corporales, sobre todo si el niño lleva más de dos o tres días
con diarrea.
Los niños con diarrea leve que no están deshidratados deben seguir
comiendo con normalidad, aunque deben incrementar la ingesta de líquidos. Evite
los jugos de frutas y los refrescos, que pueden empeorar la diarrea. Los niños
con una deshidratación de leve a moderada deben ingerir una solución
de rehidratación oral en cantidades reducidas y tomas frecuentes. Después,
cuando mejoren, deben seguir con su dieta habitual. A los bebés alimentados
con leche materna no se les debe suspender la lactancia.
Un niño que tenga vómitos necesitará ingerir cantidades más
reducidas de alimento más a menudo. No le dé a su hijo ningún
medicamento para los vómitos o para la diarrea de venta sin receta médica
a menos que se lo recomiende su médico.
¿Se pueden prevenir las infecciones por rotavirus?
La vacuna
contra el rotavirus puede prevenir muchos casos de infección por rotavirus.
La vacuna es un líquido que se administra por vía oral a bebés
de dos, cuatro y seis meses de edad, dependiendo de la marca concreta de la vacuna
que se utilice.
Las vacunas RotaTeq® y Rotarix® previenen aproximadamente el 75% de los
casos de infecciones provocadas por rotavirus y entre el 85 y el 98% de los casos
graves de este tipo de infecciones. El médico de su hijo dispondrá de
información actualizada sobre ambas vacunas.
Lavarse las manos bien y a menudo es la mejor forma de limitar el contagio de las
infecciones por rotavirus. Los niños infectados se deben quedar en casa, dejando
de asistir a guarderías, centros de preescolar o escuelas hasta que dejen de
tener diarrea.
¿Cuándo debería llamar al médico?
Llame al médico si su hijo presenta síntomas de una infección
por rotavirus, como los siguientes:
- diarrea acuosa
- fiebre
- náuseas
- vómitos
Llame inmediatamente al médico si su hijo presenta signos de deshidratación.
Fecha de revisión: julio de 2019