¿Qué es la poliomielitis?
La poliomielitis es una infección causada por un virus
llamado "poliovirus". Antes era muy frecuente y muy temida en Estados Unidos, porque
causaba parálisis y podía ser mortal. Después de que los médicos
empezaran a administrar la vacuna contra la poliomielitis la década del año
1950, la cantidad de casos de esta enfermedad se redujo rápidamente. No se
han declarado casos de poliomielitis en Estados Unidos desde el año 1979. Pero
sigue siendo un problema en partes de Asia y de África.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de la poliomielitis?
La mayoría de las personas con poliomielitis no presentan ningún
síntoma.
Algunas personas solo presentan leves síntomas gripales, de modo que pueden
no saber que han contraído una poliomielitis. Entre sus posibles síntomas,
se incluyen los siguientes:
Raramente, el virus afecta al cerebro y a la médula espinal, pudiendo causar
síntomas mucho más graves, como:
- Meningitis.
El poliovirus puede afectar a las meninges, que son las membranas que hay alrededor
del cerebro y de la médula espinal. La meningitis causa un fuerte dolor de
cabeza, rigidez de cuello y sensibilidad a la luz (cuando la luz molesta o provoca
dolor en los ojos).
- Debilidad muscular o parálisis. El virus puede destruir
los nervios que controlan los músculos. Cuando ocurre esto, los músculos
duelen y se debilitan hasta que pueden llegar a dejar de funcionar. Cuando una persona
no puede usar los músculos, su cuerpo de vuelve laxo y deja de poderse mover,
lo que se conoce como parálisis. Esto puede ser de riesgo vital si afecta a
los músculos de la respiración y la persona deja de respirar.
¿La poliomielitis es contagiosa?
La poliomielitis es muy contagiosa. El virus entra en el cuerpo a través
de la boca y crece dentro de la garganta y de los intestinos. Y se trasmite a otras
personas a través de la saliva y de las heces (cacas). La gente puede entrar
en contacto con el virus cuando:
- Entra en contacto directo con las heces de una persona infectada o toca un objeto
contaminado por sus heces.
- Una persona infectada tose o estornuda sobre ella.
- Come o bebe alimentos o bebidas contaminadas por el poliovirus. Esto puede ocurrir
cuando comparte utensilios para comer con una persona infectada.También se
puede contraer una poliomielitis cuando aguas residuales contaminan los alimentos
o el agua.
Una persona infectada puede tener el virus en la garganta durante 1–2 semanas
y en las heces durante hasta 6 semanas o más. Incluso las personas que no presentan
síntomas pueden trasmitir el virus de la poliomielitis a otras personas.
¿Cómo se trata la poliomielitis?
La poliomielitis no tiene cura, pero los tratamientos pueden ayudar a controlar
sus síntomas. Los casos leves se suelen tratar con reposo y abundante consumo
de líquidos.
Aquellas personas que tengan dolor muscular tomarán medicamentos para aliviar
el dolor y harán fisioterapia
para poder seguir moviendo los músculos. Si se vieran afectados los músculos
que participan en la respiración, los pacientes pueden necesitar la ayuda de
un respirador mecánico (una máquina que ayuda a respirar). El respirador
desplaza el aire hacia dentro y hacia afuera de los pulmones hasta que la persona
sea capaz de respirar por sí sola.
¿Cuánto dura la poliomielitis?
La gente con síntomas leves suele poder hacer una recuperación completa
al cabo de 1-2 semanas. Las personas cuyos síntomas sean más graves
pueden estar débiles y hasta paralizadas durante el resto de la vida, y algunos
hasta pueden llegar a morir debido a esta enfermedad.
Después de recuperarse de una poliomielitis, algunas personas pueden desarrollar
el síndrome post-polio hasta 30 o 40 años después de haber contraído
la enfermedad. Con el tiempo, desarrollan dolores o debilidad muscular o articular
y pueden estar sumamente cansadas.
¿Se puede prevenir la poliomielitis?
La poliomielitis es una enfermedad que se puede prevenir. La mejor manera de proteger
a sus hijos consiste en asegurase de que se ponen la vacuna
antipoliomielítica. Esta vacuna hace que el sistema inmunitario, encargado
de luchar contra las infecciones, fabrique anticuerpos contra el virus de la poliomielitis.
Y esos anticuerpos
lucharían contra el virus de la poliomielitis si entraran en el cuerpo.
Vacuna antipoliomielítica inactivada
Actualmente, en Estados Unidos, los niños reciben cuatro dosis de la vacuna
antipoliomielítica inactivada (IPV, por sus siglas en inglés), cuando
tienen 2 meses, 4 meses, 6–18 meses y 4–6 años de edad. La IPV
contiene una forma inactivada del virus, por lo que no puede causar la poliomielitis.
Vacuna antipoliomielítica oral
En otras partes del mundo, los niños también pueden recibir la vacuna
antipoliomielítica oral (OPV, por sus siglas en inglés). Esta vacuna
en forma líquida es más barata y más fácil de administrar.
Al no ser en forma de inyección, no la tiene que administrar personal sanitario
que sepa poner inyecciones.
La vacuna OPV estará presente en la saliva y en las heces de las personas
que se pongan la vacuna. Por lo tanto, la pueden trasmitir a otras personas de la
misma forma que el virus de la poliomielitis. Si la trasmiten a una persona que no
esté vacunada, puede desencadenar la fabricación de anticuerpos contra
el virus de la poliomielitis por parte de su sistema inmunitario. Y esa persona será
inmune al virus a pesar de no haberse puesto la vacuna directamente.
La vacuna OPV contiene una forma debilitada del virus de la poliomielitis, de modo
que puede causar esta enfermedad, aunque se trate de algo muy raro. Este es el motivo
por el cual se dejó de usar en Estados Unidos.
¿Qué más debería saber?
Muchos grupos médicos están trabajando para erradicar la poliomielitis
en todo el mundo con mucho éxito. Pero hay algunos países donde todavía
hay casos de poliomielitis. Si tiene pensado viajar fuera de Estados Unidos, sobre
todo a África y Asia (donde aún hay casos de esta enfermedad), asegúrese
de que usted y sus hijos se hayan puesto todas las vacunas antipoliomielíticas
necesarias.
Fecha de revisión: octubre de 2019