¿Cómo se trata el asma inducida por el ejercicio?
A veces los médicos recomiendan un pretratamiento para el asma inducida
por el ejercicio. Este pretratamiento supone tomar un medicamento antes de hacer ejercicio
o actividades físicas intensas. Este fármaco suele ser el mismo medicamento
de alivio rápido (también llamado medicamento de rescate o de efecto
inmediato) que se usa en las crisis asmáticas. Si se toma antes del ejercicio,
puede ayudar a prevenir el estrechamiento de las vías respiratorias provocado
por el ejercicio.
Si no es posible evitar los síntomas con el pretratamiento, el médico
puede recomendar el uso del medicamento
de control a largo plazo (también llamado medicamento preventivo o de mantenimiento).
Este tipo de medicamento se suele tomar con regularidad durante mucho tiempo seguido
para reducir la inflamación de las vías respiratorias.
Si su hijo sigue teniendo dificultades para respirar mientras hace ejercicio, informe
a su médico. Tal vez sea necesario ajustar la dosis de los medicamentos para
lograr un mejor control del asma.
¿Qué actividades son adecuadas para los niños
con asma inducida por el ejercicio?
El ejercicio físico es estupendo para todo el mundo, incluso para los niños
con asma inducida por el ejercicio. Aparte de ayudarlos a mantenerse en forma, el
ejercicio puede mejorar la función pulmonar mediante el fortalecimiento de
los músculos respiratorios del pecho.
Anime a su hijo a participar en actividades físicas, al tiempo que mantiene
sus síntomas asmáticos a raya siguiendo su plan de acción contra
el asma. Pregunte al médico de su hijo qué ejercicios, deportes y actividades
son seguros para él.
Los siguientes deportes y actividades causan menos problemas a niños con
asma inducida por el ejercicio:
- caminar a ritmo tranquilo, correr despacio o hacer senderismo
- el golf
- el béisbol
- el fútbol americano
- la gimnasia
- el atletismo de pista y campo de corto recorrido
Los deportes de resistencia (como las carreras y el ciclismo de largo recorrido)
y los que requieren un prolongado gasto energético (como el fútbol y
el baloncesto) pueden plantear mayores retos, así como los deportes que se
practican en ambientes fríos, como el esquí de fondo y el de travesía
y el hockey sobre hielo.
Pero eso no significa que los niños no puedan practicar estos deportes si
disfrutan mucho con ellos. De hecho, muchos atletas asmáticos han comprobado
que, con un entrenamiento y una medicación adecuados, pueden practicar cualquier
deporte que elijan.
Recomendaciones para los niños con asma inducida por el ejercicio
En la mayoría de los casos, los niños con asma inducida por el ejercicio
pueden participar en cualquier actividad física que hagan sus compañeros.
Pero asegúrese de seguir las indicaciones que le dé el médico
de su hijo.
He aquí algunos consejos para niños y adolescentes con asma inducida
por el ejercicio:
- Si comienzan los síntomas, detener el ejercicio físico hasta que
cesen.
- Precalentar antes de la actividad física para evitar la opresión
en el pecho. (Los ejercicios de calentamiento pueden incluir 5-10 minutos de caminar
o de cualquier otra actividad ligera, aparte de estiramientos o ejercicios de flexibilidad).
- Tomar la medicación de alivio rápido lo más cerca posible
del momento de iniciar la actividad física.
- Respirar por la nariz mientras hagan ejercicio físico
- Hacer breves descansos durante la sesión de ejercicio, y utilizar la medicación
de alivio rápido tal y como se la hayan recetado si empezaran los síntomas.
- Hacer unos minutos de enfriamiento tras finalizar la sesión de ejercicio
para ayudar a que el cambio de la temperatura del aire en los pulmones se haga más
despacio.
También es mejor no hacer ejercicio físico al aire libre cuando haga
mucho frío. Si su hijo juega en el exterior cuando hace frío, es conveniente
que use un pasamontañas o una bufanda que le cubra la boca y la nariz.
En caso de que la contaminación atmosférica o el polen sean los desencadenantes
del asma, puede ser mejor que su hijo haga ejercicio en lugares cerrados en los días
en que la calidad del aire sea deficiente o los registros de polen sean altos. Y los
niños no deberían hacer ejercicio cuando hayan contraído un resfriado
u otra infección de las vías respiratorias superiores.
Los niños deben tener siempre a mano su medicamento de rescate. Disponga
de varios recambios en casa y asegúrese de comprobar que todos están
llenos para que su hijo no lleve encima un inhalador vacío.
Fecha de revisión: marzo de 2018