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Si has estado pensando en suicidarte, pide ayuda de inmediato. No puedes esperar y pensar que las cosas mejorarán por sí solas.

Habla con alguien de confianza en cuanto puedas. Habla con uno de tus padres, un entrenador, un pariente, un consejero escolar, un maestro o cualquier otro adulto que creas que te puede ayudar.

Si necesitas ayuda, puedes comunicarte las 24 horas del día, los 7 días de la semana, a los siguientes números:

  • Línea de prevención del suicidio y crisis 988: Llama al 1-888-628-9454 o envía un mensaje de texto o llama al 988. También puedes comunicarte con ellos a través de su página web.
  • Línea de la Esperanza Trevor para la comunidad LGBTQ: Llama al 1-866-488-7386 o envía el mensaje de texto "START" al 678678. También puedes comunicarte con ellos a través de su página web.

Estas líneas gratuitas cuentan con personal entrenado para ayudar. Las llamadas son absolutamente confidenciales. 

¿Por qué los adolescentes intentan suicidarse?

La mayoría de los adolescentes que fueron entrevistados después de un intento de suicidio dicen que lo hicieron porque estaban intentando escapar de una situación que parecía imposible de enfrentar o para obtener alivio después de tener malos pensamientos o sentimientos. Lo que más deseaban no era morir sino escaparse de la situación en la que se encontraban. Y en ese momento en particular, quitarse la vida parecía la única salida.

Algunas personas que ponen fin a su vida o intentan suicidarse tal vez estén intentando escapar de sentimientos de rechazo, dolor o pérdida. Otras quizás se sientan enojadas, avergonzadas o culpables de algo. Algunas personas podrían estar preocupadas porque creen que decepcionan a sus amigos o familiares. Y algunas quizás no se sientan deseadas, amadas, se sientan victimizadas o como si fueran una carga para los demás.

Todos nos sentimos sobrepasados por emociones o situaciones difíciles en algún momento. Muchos adolescentes atraviesan estos sentimientos y encuentran la manera de seguir adelante con determinación y esperanza. Entonces, ¿por qué una persona intenta suicidarse mientras que otra en la misma situación compleja no lo hace? ¿Qué hace que algunas personas sean más resilientes (más capaces de afrontar los reveses y las dificultades de la vida) que otras? ¿Qué hace que una persona no logre ver otra salida a una situación compleja más que terminar con su vida?

La respuesta a estas preguntas se encuentra en el hecho de que la mayoría de las personas que cometen suicidio tienen depresión u otros factores emocionales o psicológicos que los ponen en riesgo.

Depresión

La depresión puede hacer parecer que el mundo está cubierto por un filtro de tristeza. Puede hacerte centrar principalmente en los errores y las decepciones, enfatizar los aspectos negativos de las situaciones y despreciar tus capacidades. Una persona con una depresión grave es incapaz de ver la posibilidad de un desenlace positivo y tal vez crea que jamás será feliz o que las cosas nunca le volverán a salir bien. 

La depresión afecta los pensamientos de una persona de tal manera que no es capaz de ver que un problema se puede superar. Pareciera ser que la depresión modificara el pensamiento de una persona como un filtro que distorsiona las cosas. Por eso, las personas con depresión no se dan cuenta de que el suicidio es una solución permanente a un problema temporal, mientras que otras personas sí pueden verlo. Un adolescente con depresión tal vez se sienta como si no hubiera una salida para los problemas, ningún escape al dolor emocional ni ninguna otra forma de comunicar una gran tristeza.

A veces, las personas que tienen pensamientos suicidas ni siquiera se dan cuenta de que están deprimidas. No se dan cuenta de que es la depresión (y no la situación) la que está influyendo para que vean las cosas como si "no hubiera salida", "nunca fuera a estar mejor" o "no hubiese nada que se pueda hacer".

Cuando la depresión cede porque la persona recibe la terapia o el tratamiento adecuados, el pensamiento distorsionado desaparece. La persona puede sentir placer, energía y esperanzas nuevamente. Pero mientras una persona está profundamente deprimida, los pensamientos suicidas son una verdadera preocupación.

Las personas con trastorno bipolar también tienen más riesgo de cometer un suicidio porque pasan por sentimientos extremos, a veces depresivos y otras veces maníacos. Estas dos fases extremas del trastorno bipolar afectan y distorsionan el estado de ánimo, el futuro y el juicio de una persona. Para quienes tienen esta afección, puede ser un desafío mantener los problemas en perspectiva y actuar con buen juicio.

Consumo de sustancias

Los adolescentes que tienen problemas con el alcohol y las drogas también tienen más riesgo de presentar pensamientos o conductas suicidas. El alcohol y algunas drogas tienen efectos depresivos sobre el cerebro. El uso indebido de estas sustancias puede provocar una profunda depresión. Esto es especialmente cierto en el caso de algunos adolescentes que ya tienen una tendencia a la depresión por su biología, sus antecedentes familiares y por otras situaciones estresantes de la vida.

El problema puede empeorar porque muchas personas que tienen depresión recurren a las drogas o el alcohol como escape. Pero tal vez no se den cuenta de que los efectos depresivos que las drogas y el alcohol tienen sobre el cerebro pueden intensificar la depresión a largo plazo.

Además de sus efectos depresivos, las drogas y el alcohol pueden afectar el juicio de una persona. Interfieren con su capacidad de evaluar los riesgos, hacer buenas elecciones y pensar en soluciones a los problemas. Muchos intentos de suicidio ocurren cuando una persona se encuentra bajo los efectos del alcohol o las drogas.

Obviamente, esto no significa que todas las personas que están deprimidas o que tienen un problema con las drogas o el alcohol intentarán quitarse la vida. Pero estas afecciones (en especial si se presentan juntas) aumentan el riesgo de suicidio de una persona.

El suicidio no siempre es planificado

A veces, una persona deprimida planea su suicidio con anticipación. Sin embargo, en muchos casos, los intentos de suicidio ocurren de manera impulsiva en un momento de tristeza profunda. Una situación, como el fin de una relación, una gran pelea con uno de los padres, un embarazo no deseado, ser dejado de lado o ser victimizado de algún modo, puede hacer que una persona se sienta desesperadamente triste. Con frecuencia, una situación como esta, sumada a una depresión existente, es la gota que colma el vaso.

Algunas personas que intentan suicidarse quieren morirse y otras no están completamente seguras de que desean morirse. Para algunos, un intento de suicidio es una manera de expresar un profundo dolor emocional. Como no pueden expresar cómo se sienten, para ellos el intento de suicidio parece el único modo de hacer llegar su mensaje. Lamentablemente, muchas personas que en realidad no querían quitarse la vida terminan muertas o gravemente enfermas.

¿Cuáles son las señales de advertencia detrás de un suicidio?

Con frecuencia, existen señales de que una persona puede estar planificando o pensando en un intento de suicidio. He aquí algunas de ellas:

  • hablar sobre el suicidio o la muerte en general
  • hablar sobre "irse"
  • referirse a cosas que "no necesitarán" y regalar sus pertenencias
  • hablar sobre sentimientos de desesperanza o de culpa
  • alejarse de los amigos o los familiares y perder el deseo de salir
  • perder el deseo de participar en sus actividades favoritas
  • tener dificultad para concentrarse o pensar con claridad
  • sufrir cambios en los hábitos de alimentación y de sueño
  • tener conductas autodestructivas (como beber alcohol, consumir drogas o cortarse)

¿Cómo puedo afrontar los problemas?

Ser adolescente no es sencillo. Existen muchas presiones sociales, académicas y personales nuevas. Y para quienes tienen que enfrentar otros problemas, como vivir en ambientes violentos o abusivos, la vida puede ser incluso más difícil.

Algunos adolescentes se preocupan por su sexualidad y las relaciones, y se preguntan si sus sentimientos y atracciones son normales o si serán amados y aceptados. Otros se enfrentan con su imagen corporal y los problemas de alimentación; el intento de alcanzar ideales imposibles los hace sentir mal con ellos mismos.

Algunos adolescentes tienen problemas de aprendizaje o problemas de atención que les dificultan el éxito en la escuela. Quizás se sientan decepcionados de sí mismos o sientan que son una decepción para otros.

Estos problemas pueden ser complejos y agotadores, y pueden llevar a una depresión si se mantienen durante mucho tiempo sin alivio ni apoyo. Todos nos enfrentamos a problemas y acontecimientos dolorosos en algún momento. ¿Cómo hacen las personas para atravesarlos sin caer en una depresión? Parte de la solución es mantenerse conectado a la familia, los amigos, la escuela, la fe y otras redes de contención.

Las personas pueden afrontar mejor los problemas cuando tienen al menos una persona que cree en ellos, que desea lo mejor para ellos y en quien pueden confiar. También ayuda recordar que la mayoría de los problemas son temporales y se pueden superar.

Cuando enfrentes problemas, intenta hacer lo siguiente:

  • Dile a alguien en quien confíes lo que te está pasando.
  • Mantente cerca de las personas que se preocupan por ti y son positivas.
  • Pídele a alguien que te ayude a pensar qué hacer con un problema que estás enfrentando.
  • Trabaja con un terapeuta o un consejero si los problemas te están deprimiendo o si no tienes una buena red de contención o sientes que no puedes afrontar la situación.

Los consejeros y los terapeutas pueden dar apoyo emocional y pueden ayudar a los adolescentes a desarrollar sus propias habilidades para afrontar problemas. También puede ser de ayuda unirse a una red de apoyo y contención para personas que estén atravesando el mismo problema; por ejemplo, la anorexia, los problemas con la imagen corporal, convivir con un familiar alcohólico o preocupaciones por la sexualidad o la salud sexual. Estos grupos pueden ayudar a ofrecer un ambiente de cuidado en el que puedas hablar sobre estos problemas con personas que comparten tus preocupaciones.

¿Cómo puedo ayudar a un amigo?

Siempre es bueno iniciar una conversación con alguien que crees que está pensando en el suicidio. Esto te permite buscar ayuda para esa persona y simplemente hablar del tema puede ayudar a esa persona a sentirse menos sola y más querida y comprendida.

Hablar de los problemas también puede darle a esa persona la oportunidad de considerar otras soluciones para resolverlos. En la mayoría de los casos, quienes están considerando el suicidio están dispuestos a hablar si alguien les pregunta por qué están preocupados. Como las personas con depresión no pueden ver las respuestas con la misma claridad que los demás, quizás los ayude contar con alguien que pueda ayudarlos a encontrar al menos una manera diferente de salir de una mala situación.

Aun cuando un amigo o un compañero de clase te haga jurar que guardarás el secreto, debes buscar ayuda tan pronto como puedas; es posible que la vida de tu amigo dependa de esto. Una persona que está pensando seriamente en suicidarse puede estar en un pozo emocional tan profundo que es incapaz de darse cuenta de que necesita ayuda. Informa cuanto antes a un adulto en quien confíes.

Si es necesario, puedes comunicarte con la línea de prevención del suicidio y crisis; llama al 1-888-628-9454 o envía un mensaje de texto o llama al 988. Estos servicios son confidenciales y son manejados por personas que estarán encantadas de conversar contigo y ayudarte a pensar qué hacer.

A veces, los adolescentes que intentan suicidarse (o que se suicidan) parecen no dar ninguna señal antes de hacerlo. Esto puede dejar a sus seres queridos sintiéndose no solo devastados sino también con culpa y preguntándose si pasaron algo por alto. Para sus familiares y amigos es importante saber que, en algunos casos, no existen señales de advertencia y que no deben culparse.

Cuando alguien fallece debido a un suicidio, las personas que lo sobreviven pueden luchar con un terrible dolor emocional. Los adolescentes que han sufrido una crisis o pérdida reciente o que tenían un familiar o compañero de clase que se suicidó pueden estar en riesgo de tener pensamientos o conductas suicidas.

Si eras amigo de alguien que se quitó la vida o intentó quitársela, tal vez te ayude hablar con un terapeuta o un consejero; una persona entrenada en afrontar este tema complejo. O podrías unirte a un grupo de sobrevivientes en el que puedas compartir tus sentimientos y recibir el apoyo de las personas que han estado en la misma situación que tú.

Revisor médico: Christina M. Cammarata, PhD
Fecha de revisión: abril de 2023