Diagnóstico
Si su hijo tiene algún síntoma de una abrasión corneal, llame al médico. Pocas veces las abrasiones corneales son graves, pero deben ser examinadas. El médico puede determinar la importancia de la abrasión y recetar gotas para los ojos para ayudar en el proceso de cicatrización.
Para diagnosticar una abrasión corneal, el médico examinará el ojo y hará preguntas sobre los síntomas y sobre qué causó la abrasión. Es posible que su hijo no sepa exactamente qué la causó, pero es probable que recuerde cuándo sucedió.
En algunos casos, el médico realizará una prueba en el ojo para confirmar el diagnóstico de abrasión corneal. Se coloca un líquido llamado fluoresceína en la superficie del ojo, y luego el médico examina el ojo bajo una luz especial. Bajo la luz, la fluoresceína hace que cualquier abrasión irradie un color verde brillante para que sea claramente visible.
El médico puede realizar otras pruebas, entre ellas, un examen oftálmico estándar y un examen ocular con lámpara de hendidura. Estas pruebas se realizan para controlar la visión y el funcionamiento de los ojos.
Tratamiento
Si su hijo tiene una abrasión corneal, es recomendable que un médico lo revise lo antes posible. Mientras tanto, siga estos pasos y tome estas precauciones:
- Lave el ojo del niño con agua limpia o una solución salina, o use un puesto para el lavado de los ojos si hay uno disponible. El lavado del ojo será de ayuda para quitar cualquier cosa que lo esté irritando.
- Indíquele a su hijo que parpadee varias veces o lleve el párpado superior sobre el inferior. Las pestañas inferiores pueden eliminar las partículas atascadas en la cara interna del párpado superior. Además, al tirar del párpado, el ojo producirá lágrimas que pueden ayudar a quitar los objetos extraños.
- Si hay algo atascado en el ojo de su hijo, no intente retirarlo. Esto puede lesionar la córnea aún más.
- Dígale al niño que no se refriegue el ojo, y no toque el ojo con ningún objeto, como una torunda de algodón o pinzas. Esto puede empeorar la abrasión corneal.
Después de examinar el ojo de su hijo, el médico puede recomendar tratamientos para ayudar a que la cicatrización sea más rápida. Además, el médico puede quitar de manera segura cualquier objeto extraño atascado en el ojo.
Para tratar una abrasión corneal, el médico puede recomendar gotas para los ojos o un ungüento recetados. Si al niño le duele el ojo, el médico puede sugerir analgésicos. Si normalmente su hijo usa lentes de contacto, el médico tal vez le indique que no las use por algunos días.
Si la abrasión corneal no cicatriza en unos días o si los síntomas empeoran después del tratamiento, informe al médico de inmediato.
Prevención
Para ayudar a prevenir las abrasiones corneales, asegúrese de que sus hijos usen una protección en los ojos, como gafas protectoras o una máscara, cuando trabajen con herramientas, manipulen sustancias químicas o practiquen deportes que podrían afectar los ojos. Estos incluyen raquetbol, esquí, snowboard, hockey y lacrosse.
Cuando estén al aire libre un día de sol, los niños deben usar gafas de sol diseñadas para bloquear los rayos ultravioleta, especialmente en los lugares donde hay mucho resplandor, como las playas y las pistas de esquí. Si tiene mascotas en la casa, asegúrese de que los niños sean cuidadosos cuando juegan con ellas. Los gatos, los perros y otros animales pueden reaccionar de manera impredecible y rasguñar un ojo sin quererlo.
Si su hijo usa lentes de contacto, asegúrese de que estén correctamente colocadas y se utilicen de acuerdo con las indicaciones. Mantener las uñas bien cortadas puede ayudar a prevenir los rasguños accidentales al colocar o sacar las lentes de contacto.
En la casa, sea extremadamente cuidadoso cuando alguien use productos de limpieza, especialmente los que se emplean para destapar cañerías y limpiar hornos. Muchos de ellos contienen productos químicos fuertes que pueden provocar quemaduras en los ojos. Y si tiene plantas en el jardín que alguien podría llevarse por delante, recorte las ramas a nivel de los ojos.
Revisado por: Jonathan H. Salvin, MD
Fecha de revisión: septiembre de 2015