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Primary Children's Hospital

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Deslizamiento de la epífisis capital femoral (SCFE, o epifisiolisis)

(Slipped Capital Femoral Epiphysis (SCFE))

¿Recuerda aquella canción infantil de cuando era pequeño, que dice "The thighbone's connected to the hipbone" (el hueso del muslo se conecta con el hueso de la cadera)? Bien, la canción puede ser tonta, pero hay algo que es cierto: una conexión buena y estable de la articulación de la cadera es lo que nos permite caminar, correr, saltar y bailar.

Sin embargo, en algunos adolescentes, particularmente en los que son obesos, el hueso del muslo y el hueso de la cadera no están conectados como deberían debido a una afección llamada slipped capital femoral epiphysis (deslizamiento de la epífisis capital femoral, SCFE, o epifisiolisis).

Si bien el término parece un trabalenguas, sencillamente hace referencia a un desplazamiento en la parte superior del hueso del muslo, o fémur, que hace que la articulación de la cadera se vea debilitada. Por suerte, cuando se detectan de manera temprana, la mayoría de los casos pueden tratarse con éxito.

¿Qué es el deslizamiento de la epífisis capital femoral?

Para comprender el SCFE, primero debe saber un poco sobre la articulación de la cadera. La cadera es una enartrosis, lo que significa que el extremo esférico de un hueso (en este caso, la "esfera" del hueso del muslo) encaja en la cavidad de otro hueso (la pelvis). Las enartrosis ofrecen la mayor amplitud de movimiento de todos los tipos de articulaciones, y esto explica por qué podemos mover las piernas hacia adelante, hacia atrás y en círculos.

En los adolescentes que todavía están creciendo, también hay un cartílago de crecimiento en la parte superior del hueso del muslo (fémur), justo debajo de la parte esférica de la articulación. Este se llama fisis y está compuesto por cartílagos, que son más débiles que un hueso. La función de la fisis es conectar la cabeza femoral (la "esfera") al fémur y, a su vez, permitir que el hueso se alargue y crezca.

Cuando un joven tiene SCFE, la epífisis se desliza y se sale de la parte superior del fémur, casi de la misma manera en que una bola de helado podría deslizarse de un cono. A veces esto sucede de repente, por ejemplo, como consecuencia de una caída o una lesión deportiva. Pero también puede suceder de forma gradual, sin que haya una lesión previa.

Un deslizamiento leve (lo que los médicos llaman un SCFE estable) hace que la persona sienta rigidez o dolor en la rodilla o en la zona de la ingle y que posiblemente tenga una renquera. El dolor y la renquera suelen ir y venir, y suelen empeorar con las actividades y mejorar con el reposo.

El deslizamiento más grave (llamado SCFE inestable) generalmente es más doloroso. Es posible que la persona no pueda poner peso sobre el lado afectado. Debido a la dirección del deslizamiento de la epífisis, el pie y la pierna de la persona pueden comenzar a girarse hacia afuera. Además, el SCFE inestable es grave porque puede restringir el flujo de sangre hacia la articulación de la cadera.

En ocasiones, el SCFE puede irritar los nervios que se encuentran a lo largo de la pierna y puede ocasionar dolor en la rodilla. Este tipo de dolor se llama dolor referido, lo que significa que el dolor se origina en un lugar del cuerpo pero se siente en otro. En este caso, el dolor se origina en la articulación anormal de la cadera, pero se siente en la articulación normal de la rodilla.

La detección temprana del SCFE marca una gran diferencia en cuanto a la facilidad con que los médicos pueden tratarlo.

¿Cuáles son las causas?

No se sabe con certeza cuál es la causa del SCFE. Los médicos saben que sucede mayormente en los jóvenes de entre 11 y 16 años que están pasando por un período de crecimiento acelerado. El SCFE es más frecuente en los varones, aunque las niñas también pueden verse afectadas. Algunas veces, las personas tienen antecedentes familiares de SCFE.

El SCFE es más común en los jóvenes que tienen determinado problema de salud como, por ejemplo:

  • obesidad (cargar más peso ejerce mayor presión sobre el cartílago de crecimiento)
  • trastornos endocrinos, como diabetes, enfermedad tiroidea o problemas en la hormona de crecimiento
  • enfermedad renal
  • tratamientos para enfermedades, como la radiación y la quimioterapia para el cáncer o la toma de medicamentos, incluidos los esteroides

¿Cómo se diagnostica?

Si un médico cree que usted puede tener SCFE, deberá consultar a un médico ortopédico (es decir, especializado en el tratamiento de los huesos), para que le haga un examen físico, revise la amplitud de movimiento de la cadera y las piernas, y compruebe si hay algún dolor. También hará radiografías de la cadera para comprobar si hay deslizamiento en la cabeza del hueso del muslo.

Algunas veces, las radiografías serán normales aunque el dolor, la rigidez y otros problemas persistan. En estos casos es posible que se indique un estudio de imágenes por resonancia magnética (IRM). La IRM puede destacar contrastes en el tejido blando, y esto hace que sea especialmente útil en el diagnóstico temprano del SCFE.

¿Cómo se trata?

El SCFE siempre se trata con cirugía para estabilizar el hueso que se deslizó. Sin embargo, incluso antes de la cirugía, el médico intentará impedir que se produzca un mayor deslizamiento, y para ello recomendará reposo y el uso de muletas para evitar que el paciente cargue peso sobre la pierna afectada. A menudo, una vez que se descubre el SCFE, el paciente ingresa al hospital para asegurar que haga reposo y que el tratamiento se lleve a cabo lo antes posible.

Cuando los deslizamientos son más leves, la cirugía suele realizarse como un procedimiento ambulatorio, lo que significa que el paciente puede abandonar el hospital el mismo día de la cirugía o el día posterior si no hay complicaciones. Los deslizamientos más graves pueden requerir una cirugía de mayor envergadura y una estadía más prolongada en el hospital.

Este tipo de cirugía se realiza con anestesia general (cuando el paciente está completamente dormido). Mediante el uso de un radioscopio como guía, un aparato de rayos X especial que muestra en una pantalla de televisión una imagen en tiempo real de la cadera, el cirujano hará una pequeña incisión cerca de la cadera y luego colocará un tornillo o un clavo de metal en el hueso y el cartílago de crecimiento para mantenerlo en su lugar.

En ocasiones, el cirujano estabilizará también la otra cadera, incluso si todavía no se ha deslizado, sencillamente porque el riesgo de que suceda es alto. Es posible que los deslizamientos más graves requieran de procedimientos quirúrgicos de mayor envergadura para volver a alinear la cadera y proteger los vasos sanguíneos antes de colocar los clavos.

Después de la cirugía, generalmente los pacientes pueden caminar con muletas, cargando solo parte de su peso sobre la pierna afectada. Los pacientes que reciben tratamiento en ambos lados de la cadera deben usar una silla de ruedas durante las dos semanas posteriores a la cirugía.

Después de la cirugía

La mayoría de los jóvenes con SCFE a quienes se les detectó y trató la afección a tiempo se recuperan bien. Con frecuencia los pacientes hacen fisioterapia después de la cirugía para fortalecer la cadera y los músculos de la pierna. Los médicos continuarán indicando radiografías de seguimiento para controlar la afección. En la mayoría de los casos leves, no obstante, no es necesario realizar otra cirugía.

Sin embargo, en los jóvenes con SCFE inestable, sí hay más posibilidades de que surjan otros problemas, como rigidez en la cadera, artritis prematura, diferencias en la longitud de las piernas o necrosis avascular (cuando parte de la "esfera" muere por falta de irrigación sanguínea). También tienen más probabilidades de necesitar otra cirugía para volver a alinear la cadera a medida que crezcan.

No todos podemos evitar el SCFE. Pero lo que sí podemos hacer para reducir el riesgo es mantener nuestro peso dentro de un rango saludable. Esto puede ser muy beneficioso para evitar que los huesos y las articulaciones sufran un desgaste excesivo que pueda debilitarlos y dañarlos. Por lo tanto, si necesita ayuda para comenzar un plan saludable de alimentación y ejercicio, hable con su médico.

Revisor médico: Kevin M. Neal, MD
Fecha de revisión: junio de 2013