Ruby tiene 17 años. A los 9, se empezó a dar cuenta de que la piel del cuello y de los brazos se veía como si estuviera sucia o manchada pero, por mucho que se rascara, no conseguiría eliminar aquellas manchas. Cuando fue al médico, supo que padecía acantosis nigricans, una afección en la que la piel se engruesa y oscurece en algunas partes del cuerpo.
Ruby constató que si mantenía un peso saludable, su afección resultaba mucho menos perceptible. El mero hecho de saber qué era lo que le ocurría y entender cómo debía actuar le ayudó mucho.
¿Qué es la acantosis nigricans?
Es cierto que su nombre es bastante difícil de recordar pero, si la padeces, lo más probable es que te preocupe mucho más su aspecto. Notarás que la piel se te ha vuelto más gruesa y oscura, sobre todo alrededor de las articulaciones y en las áreas con pliegues y arrugas, como los nudillos, las axilas, los codos, las rodillas y el cuello.
En algunas personas, está afección también afecta a las palmas de las manos, la cara interna de los muslos, las ingles, los labios u otras partes del cuerpo. La piel suele conservar su suavidad y, por este motivo, se suele utilizar el calificativo "aterciopelado" para describir la acantosis nigricans.
Esta afección es más frecuente en personas de ascendencia africana, caribeña e hispana, pero cualquiera la puede padecer. Muchas personas que desarrollan acantosis nigricans, no presentan ningún otro síntoma y, por lo demás, están completamente sanas. Pero, puesto la acantosis nigricans puede ser un signo de ciertos problemas médicos, es recomendable que la avalúe un médico.
¿Cuáles son las causas de la acantosis nigricans?
Las personas con sobrepeso u obesidad tienen más probabilidades de desarrollar acantosis nigricans, que a menudo mejora o desaparece cuando adelgazan. Algunas personas heredan esta afección. Ciertos medicamentos, como los anticonceptivos orales y otros tratamientos hormonales, también pueden provocar esta afección cutánea.
A veces, se da en personas que padecen diabetes tipo 2 o que presentan un riesgo elevado de desarrollar este tipo de diabetes. En estos casos, la acantosis nigricans no es peligrosa en sí misma. No obstante, puede ser un signo de una diabetes no detectada o de otros problemas de salud que los médicos deberían estudiar. A veces, el hecho de diagnosticar y tratar el problema de salud subyacente puede mejorar o hacer desaparecer la acantosis nigricans.
Según la Asociación Estadounidense para la Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés), casi el 75 % de los niños con diabetes tipo 2 desarrolla acantosis nigricans. En muchos de estos niños, el control de la diabetes y del sobre peso (en el caso que lo presenten) contribuye en gran medida a reducir la visibilidad de la acantosis nigricans.