Efectos negativos de la dislexia
Los niños con dislexia, que ven cómo sus compañeros leen y avanzan en los estudios, es posible que se sientan "tontos" porque les resulta difícil seguirles el ritmo. A medida que van avanzando en la enseñanza primaria, los problemas pueden empeorar, ya que la lectura desempeña un papel cada vez más importante en el proceso aprendizaje.
Los niños con dislexia suelen evitar la lectura porque es una tarea que les resulta difícil y estresante. Consecuentemente, desaprovechan las oportunidades para practicar la lectura y cada vez se van quedando más atrás en comparación con sus compañeros de clase. Y su autoestima puede sufrir las consecuencias.
Tratamiento de la dislexia
Afortunadamente, con la ayuda y el apoyo adecuados, la mayoría de niños que padecen dislexia aprenden a leer y a desarrollar estrategias que les permiten seguir el ritmo normal de las clases.
Los niños con dislexia generalmente trabajan con un profesor de apoyo, generalmente un reeducador psicopedagógico especializado en este tipo de problemas, o bien con un especialista en lectura que les enseña a leer y escribir, así como estrategias especiales para compensar sus dificultades de aprendizaje. Es posible que el tutor, el psicólogo, o el pediatra de su hijo les recomiende a un reeducador psicopedagógico, (también denominado terapeuta educacional) o bien a un terapeuta del lenguaje o a un logopeda escolar con formación en lectoescritura, profesionales formados específicamente para trabajar con niños con dislexia.
En EE.UU., las leyes federales otorgan a los niños con dislexia (bajo ciertas circunstancias) el derecho a recibir ayuda especial en las escuelas públicas, como una instrucción especializada, tiempo adicional para tomar exámenes y/o los deberes o ayuda para tomar apuntes. Los padres de niños diagnosticados de dislexia deberían hablar sobre estas leyes y sobre sus adaptaciones al medio escolar con el personal del centro de estudios de sus hijos.
El éxito más allá de la dislexia
Incluso con la intervención adecuada, un niño con dislexia puede pasarlo bastante mal en el colegio. Es importante que usted apoye los esfuerzos de su hijo fomentando la lectura y ayudándolo a leer cuando estén en casa. Asimismo, intente darle a su hijo oportunidades para que desarrolle la confianza en sí mismo y tenga éxito en otras áreas y aficiones, como los deportes, las actividades artísticas o el teatro.
La dislexia no tiene por qué ser un impedimento para el éxito. El hecho de que su hijo tenga dislexia no significa que usted o sus profesores deban disminuir sus expectativas con respecto a él. Hay artistas, atletas, científicos, emprendedores, médicos, abogados y estadistas que han logrado grandes cosas a pesar de su problemas con la lectura.
Si usted sospecha que su hijo podría tener dislexia, hable con el pediatra del niño, su tutor o un especialista en lectura. Cuanto antes se aborden sus problemas con la lectura, antes podrá recibir la ayuda que necesita.
Fecha de revisión: junio de 2015