Primeras vacunas
La buena noticia es que a los niños les ponen la mayoría de las vacunas antes de que cumplan dos años. Por lo tanto, si eres lo bastante mayor como para leer este artículo, ¡ya te habrán puesto la mayoría de las vacunas que necesitas! A partir de esa edad, no necesitarás ponerte muchas más.
Hay unas pocas vacunas que se administran entre los cuatro y los seis años. La siguiente tanda de vacunas no se suele administrar hasta los 11 o 12 años aproximadamente.
La mayoría de los niños deben recibir la vacuna antigripal cada año. Los médicos han dejado de recomendar la vacuna antigripal en forma espray nasal, porque no consiguió frenar la gripe en los niños.
¿Por qué tienen que vacunarse los niños?
Las vacunas son geniales para un niño porque lo protegen de enfermedades graves. Y también son estupendas para la salud del país y del planeta. ¿Por qué? Porque, si casi todos los niños están vacunados, los gérmenes de esas enfermedades tendrán muy pocas probabilidades de enfermar a nadie.
Puesto que la mayoría de los niños de EE.UU. tienen sus vacunas en regla, es muy raro conocer a alguien que haya pasado enfermedades como el sarampión o las paperas. Probablemente tu mamá o tu papá habrán presentado en tu colegio una copia de tu cartilla de vacunas. Los colegios y los campamentos de verano la piden porque no quieren que los niños que se matriculan contagien o contraigan enfermedades graves.
¡Me duele el brazo!
Bueno, es verdad. Ponerse una vacuna puede doler un poco. Pero el dolor suele durar bastante poco. Si lloras, no te preocupes ni te avergüences. Muchos niños lo hacen.
Para hacer más llevadero el pinchazo, prueba a llevarte tu peluche favorito o pide a tu mamá o a tu papá que te den la mano cuando te pongan la inyección. Y después, ¡tal vez te den alguna recompensa por haber sido valiente! Quizás el médico te dé varias pegatinas o tu mamá y tu papá te lleven al parque.
A veces, después de ponerte una vacuna, te dolerá el brazo, se te enrojecerá o te saldrá un bultito en el lugar del pinchazo. También es posible que tengas un poco de fiebre. Tu mamá o tu papá le pueden comentar a tu médico cualquier problema que puedas tener. Por lo general, el dolor y la fiebre duran poco y se alivian tomando medicamentos para el dolor, como el paracetamol o el ibuprofeno.
Está bien que no te guste que te pongan vacunas, ¡pero vacunarte es lo mejor que puedes hacer para mantenerte sano!
Fecha de revisión: junio de 2016