5. Sea un buen modelo a seguir
Los niños pequeños aprenden mucho sobre cómo actuar al observar a sus padres. Cuanto más pequeños, más lo imitan. Antes de reaccionar agresivamente o enfurecerse frente a su hijo, piense en lo siguiente: ¿es así como desea que el niño se comporte al enfadarse? Esté siempre consciente de que sus hijos lo están observando. Los estudios han demostrado que, por lo general, los niños que dan golpes imitan el modelo de agresión de sus casas.
Sirva de ejemplo de las cualidades que desea cultivar en sus hijos: respeto, cordialidad, honestidad, amabilidad, tolerancia. Sea generoso. Haga cosas por los demás sin esperar una retribución. Exprese su agradecimiento y haga elogios. Por sobre todo, trate a sus hijos del mismo modo que espera que otras personas lo traten a usted.
6. Haga de la comunicación una prioridad
No puede esperar que los niños hagan todo sólo porque usted como padre "así lo dice". Ellos desean y merecen explicaciones al igual que los adultos. Si no dedicamos tiempo a dar explicaciones, los niños comenzarán a cuestionarse nuestros valores y motivaciones, y si estos tienen fundamentos. Los padres que razonan con sus hijos les permiten entender y aprender sin emitir juicios de valor.
Deje en claro sus expectativas. Si hay un problema, descríbalo, exprese sus sentimientos e invite a su hijo a que busquen juntos una solución. No olvide mencionar las consecuencias. Haga sugerencias y ofrezca alternativas. Además, esté dispuesto a escuchar las sugerencias de su hijo. Negocie. Los niños que participan en la toma de decisiones están más motivados a llevarlas adelante.
7. Sea flexible y esté dispuesto a adaptar su estilo de crianza
Si el comportamiento de su hijo lo decepciona con frecuencia, quizás se deba a que sus expectativas no son realistas. Para los padres que piensan en "lo que se debe" (por ejemplo, "A esta altura, mi hijo debe usar el orinal"), puede ser útil leer sobre el tema o hablar con otros padres o con especialistas de desarrollo infantil.
El entorno que rodea a los niños tiene un impacto en su comportamiento; por lo tanto, puede cambiar ese comportamiento si modifica el entorno. Si continuamente tiene que decirle "no" a su hijo de 2 años, busque algún modo de reestructurar el entorno para que haya menos cosas prohibidas. Esto será menos frustrante para ambos.
A medida que su hijo cambie, tendrá que modificar gradualmente su estilo de crianza. Lo más probable es que lo que hoy resulta eficaz con su hijo ya no lo sea tanto en uno o dos años.
Los adolescentes suelen buscar más modelos a seguir en sus pares y menos en sus padres. Sin embargo, no deje de orientar y alentar a su hijo adolescente ni de impartir la disciplina adecuada mientras que, a la vez, le permite independizarse cada vez más. Y aproveche todos los momentos que tenga para entablar una relación.