Controlar tu concentración de azúcar en sangre es una parte muy importante del cuidado de tu diabetes. ¿Por qué? Porque el hecho de conocer esos valores te ayudará a mantener la concentración de azúcar en sangre bajo control, algo que ayuda a que te encuentres bien y a mantenerte sano.
La mayoría de los niños con diabetes miden su concentración de azúcar en sangre antes del desayuno, antes del almuerzo, antes de la cena y de nuevo al acostarse por la noche. Algunos niños se la deben medir más a menudo. Tu médico les explicará, a ti y a tus padres, cuándo y cada cuánto tiempo debes hacer esas mediciones. También es posible que necesites controlar tu azúcar en sangre cuando hagas ejercicio físico y cuando estés enfermo.
Tal vez te preguntes por qué necesitas medirte el azúcar en esas situaciones. Se debe a que los alimentos, los medicamentos, el ejercicio físico y las enfermedades pueden repercutir sobre la concentración de azúcar en sangre. Tu médico les explicará, a ti y a tus padres, qué hacer cuando cualquiera de esos factores afecte a tu concentración de glucosa en sangre.
La rutina diaria
Lo más probable es que ya hayas desarrollado una rutinaria para medir tu concentración de azúcar en sangre. Puedes seguir con esa rutina durante la mayor parte del tiempo. Pero, si algo cambia (por ejemplo, si te pones enfermo o te unes al equipo de fútbol), lo más probable es que debas hacerte mediciones más a menudo.
La gente que utiliza una bomba de insulina o que necesita llevar un control más detenido de su concentración de azúcar en sangre también debe hacer mediciones con más frecuencia. A veces, es posible que tu mamá o tu papá te despierten a media noche para medirte la concentración de azúcar en sangre. ¡Lo más probable es que tú ni lo recuerdes al día siguiente! Solo lo hacen para asegurarse de que tu concentración de azúcar en sangre no es demasiado alta ni demasiado baja mientras duermes.
¿Cómo funciona?
La concentración de azúcar en sangre se puede medir en casa o en la escuela con un medidor de glucosa, o glucómetro, un dispositivo computarizado que mide la cantidad de glucosa en una muestra de sangre y la presenta en una pantalla.
Para obtener una muestra de sangre, se utiliza una pequeña aguja llamada lanceta, con la que se pincha la piel (generalmente en un dedo o en el brazo) para sacar una gota de sangre. La gota de sangre se coloca en una tira reactiva que se introduce en el glucómetro. En unos segundos, la concentración de glucosa en sangre aparece en la pantalla.
Cuando te acaben de diagnosticar la diabetes, es posible que tu mamá o tu papá te ayuden a medir tu concentración de azúcar en sangre y a hacer un seguimiento de los resultados. A medida que te hagas mayor, aprenderás a usar el glucómetro y hacer un seguimiento de tu concentración de azúcar en sangre por ti solo.