¿Cuáles son los riesgos de beber descontroladamente?
Mucha gente no piensa en las repercusiones negativas de la bebida. Aunque piensan en la posibilidad de emborracharse, apenas dan importancia a la posibilidad de vomitar o de tener resaca.
Tal vez hayas comprobado por experiencia que beber en exceso puede provocar problemas de concentración, fallos de memoria, cambios de humor y otros problemas que repercuten sobre la vida cotidiana. Pero las borracheras de fin de semana también se asocian a riesgos más graves y de mayor duración.
Intoxicación etílica aguda
La intoxicación etílica aguda es la consecuencia más puede peligrosa para la vida en una persona que ha bebido descontroladamente. Cuando alguien bebe en exceso y desarrolla una intoxicación etílica aguda, esta afecta a los reflejos involuntarios del cuerpo, incluyendo el de respirar y el de la náusea. Si el reflejo de la náusea no funciona adecuadamente, una persona puede acabar ahogándose en su propios vómito.
Otros signos de que alguien puede haber desarrollado una intoxicación etílica aguda incluyen los siguientes:
- confusión extrema
- incapacidad para ser despertado
- vómitos
- convulsiones
- respiración lenta o irregular
- baja temperatura corporal
- piel pálida o azulada
Si crees que alguien sufre una intoxicación etílica aguda, llama inmediatamente al teléfono de urgencias: 911 en EE.UU.
Deterioro de la capacidad de juicio
Beber descontroladamente deteriora la capacidad de emitir juicios acertados sobre las cosas; cuando una persona ha bebido demasiado alcohol, tiene más probabilidades de incurrir en riesgos que cuando está sobria. Puede conducir borracho y lesionarse o lesionar a otras personas. De todos modos, la conducción de vehiculos no es la única habilidad motora que se deteriora con el consumo excesivo de alcohol. El mero hecho de andar resulta complicado cuando se tiene una intoxicación etílica. En el 2000, prácticamente un tercio de los peatones de 16 años o más que fallecieron en accidentes de tráfico padecía ese tipo de intoxicación.
Las personas borrachas también asumen riesgos que normalmente no asumirían si estuvieran sobrias. Por ejemplo, una persona con una capacidad de juicio limitada puede mantener relaciones sexuales sin protección, exponiéndose a contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS) y a embarazos no deseados.
Salud física
Los estudios muestran que quienes beben descontroladamente durante el segundo ciclo de secundaria tienen más probabilidades de tener sobrepeso e hipertensión cuando cumplen 24 años. Una cerveza promedio contiene unas 150 calorías, lo que implica sumar muchas calorías si uno se bebe nada menos que cuatro o cinco cervezas en una noche.
Salud mental
Los jóvenes que beben descontroladamente lo pasan peor con los estudios y tienen más probabilidades de abandonarlos. Consumir alcohol altera los patrones de sueño, lo que puede dificultar mantenerse despejado y concentrarse durante el día. Esto puede provocar problemas en los estudios y un deficiente rendimiento académico.
Los jóvenes que tienden a las borracheras de fin de semana pueden constatar que se van distanciando de sus amigos —lo que les ocurrió a Dave y a Chet. Consumir alcohol puede afectar a la personalidad; por ejemplo, la gente puede volverse taciturna o irascible cuando bebe.
Alcoholismo
Algunos estudios han mostrado que las personas que tienen muy acentuada la tendencia a beber descontroladamente —aquellas que tienen tres o más episodios de este tipo en dos semanas— tienen algunos de los síntomas del alcoholismo propiamente dicho.