Si sus hijos son como la mayoría, probablemente son bastante activos y no siempre son tan cuidadosos como deberían. Las raspaduras y moretones menores que les salgan en los brazos y piernas por lo general se curan solos, pero las heridas más profundas que no se traten pueden infectarse y derivar en una infección ósea. En términos médicos, esto se llama osteomielitis.
La osteomielitis está causada comúnmente por la bacteria Staphylococcus aureus, pero también la pueden causar otras bacterias. Por lo general los gérmenes entran en los tejidos del cuerpo a través de una herida abierta (por lo general un hueso quebrado que rompe la piel), pero también pueden viajar hasta el hueso a través del torrente sanguíneo desde otra área infectada del cuerpo (esto se llama osteomielitis hematógena).
Un hueso también se puede infectar cuando el suministro de sangre a esa área se encuentra interrumpido, como por ejemplo en la gente mayor con aterosclerosis (cuando se vuelven más angostos los vasos sanguíneos) o en las personas diabéticas. Las infecciones óseas relacionadas con la aterosclerosis o la diabetes por lo general ocurren en los dedos de los pies o en otros huesos de los pies. La osteomielitis por otras causas por lo general afecta a los huesos largos de los brazos y las piernas.
Signos y síntomas
Los niños con osteomielitis con frecuencia sienten dolor agudo en el hueso infectado y pueden tener fiebre y escalofríos, sentirse cansados o nauseabundos, o tener una sensación general de que no están bien. La piel sobre el hueso infectado puede estar dolorida, roja e inflamada.
Con frecuencia es difícil diagnosticar la osteomielitis en los bebés y niños pequeños porque no siempre sienten dolor o síntomas específicos en el área de la infección. Además, la gente mayor que tiene aterosclerosis o diabetes a veces pierde la capacidad para sentir dolor (llamado neuropatía), por lo tanto, sus síntomas también pueden no ser evidentes. En el caso de los adolescentes, que suelen sufrir de osteomielitis luego de un accidente o una lesión, el área infectada puede comenzar a doler nuevamente luego de que inicialmente haya mejorado.
Diagnóstico
Si su hijo tiene fiebre y dolor en el hueso, visite al médico de inmediato. No se recomienda esperar porque la osteomielitis puede empeorar en horas o días y ser más difícil de tratar.
El médico realizará un examen físico y le hará preguntas acerca de las lesiones recientes en el área donde siente dolor. Se pueden realizar análisis de sangre para ver si el recuento de glóbulos blancos es elevado (un signo de que hay infección) y para buscar signos de posible inflamación o infección en el cuerpo. Se pueden pedir radiografías; sin embargo, los rayos X por lo general no muestran signos de infección en alguien que haya tenido osteomielitis durante un tiempo corto.
Si se sospecha de que tiene osteomielitis, el médico puede pedir un estudio de escaneo óseo, que permite ver más detalladamente el hueso. El médico también puede recomendar una resonancia magnética, que produce imágenes mucho más detalladas que las radiografías. Las resonancias magnéticas no sólo pueden diagnosticar la osteomielitis, sino que también pueden ayudar a establecer cuánto tiempo ha estado infectado el hueso.